lunes, 14 de septiembre de 2020

La puja


¿CÓMO PARTICIPAR EN EL MICRORRETO?
Lo primero es acceder al generador de argumentos de STORYNATOR
  • Copia el argumento que te salga al hacer clic en el botón Generar nuevo argumento.
  • Al copiar el argumento que me salió al  hacer clic en el botón “generar nuevo argumento”, salió esto: Un explorador con problemas de memoria y una condesa que tiene problemas de alcoholemia, buscarán pistas para demostrar que el cantante del grupo de rock del que son admiradores no se suicidó, sin embargo, un director de cine independiente lo cambiará todo, en una historia de terror que habla sobre el retorno del pasado y la privacidad. 
  • Escribe un microrrelato de hasta 250 palabras como máximo basándote en todos o alguno de los elementos que os aparezca en el argumento generado.
  • Publica el microrrelato en tu blog junto al argumento en el que te basaste. Explícanos qué elementos de ese argumento escogiste para escribir tu micro: 
  • Aparecen el explorador con problemas de memoria (aunque no admirador del músico), la condesa con problemas de alcoholemia y admiradora del cantante y el director de cine (más bien poco independiente, pero mucho a la vez, je, je, je).
  • Deja un enlace a tu micro en los comentarios de esta entrada para que pueda añadirlo a la lista y que todos puedan leerlo.
  • Tienes de plazo hasta el 30 de septiembre.
  • Todos los microrrelatos serán publicados en la revista digital EL TINTERO DE ORO MAGAZINE del mes de noviembre.

La puja

―Me invitó a su última fiesta en casa y, créanme, no tenía pinta de suicida ―dije rompiendo el hielo antes de que el silencio empezara a ser incómodo.
―¿Y qué pinta, según su criterio, tiene un suicida? ―intervino Esteban Espiebergeles, el anfitrión, recolocándose las gafas.
¿Menos alegre, quizá…? ―respondí, algo molesto.
Será mejor que tomemos algo, intuyo una reunión larga añadió Esteban.
Para mí agua, no bebo alcohol.
Pero bien conocido era el pasado adicto de la condesa, evidenciado por las huellas en su nariz, oscura y surcada como las tierras de La Rioja.
―Para mí agua también, a ser posible con gas; yo sí me atrevo con bebidas potentes. ―Reí sin ganas.
Aguarden un momento, no tardo ―anunció el director mientras desaparecía por el pasillo.
La condesa aprovechó para interrogarme clavando sus ojos en mi sorprendida mirada.
Yo también fui invitada a aquella fiesta, aunque usted no lo recuerda, ¿verdad? Y no, aquella no era la cara de un suicida, sino la cara del miedo, del pánico. Enseguida comprendí que temía por su vida. Yo sé que fue asesinado, a pesar de lo que digan los medios y la policía.
Entonces, en mi cabeza resonó un clic que pausó mis problemas de memoria.
En efecto, Madame ―solté de repente―. Ese entrometido no debió pujar en aquella subasta exclusiva, arrebatándome la estatuilla tribal que durante tanto tiempo deseé y busqué.
Y un segundo clic desdibujó por completo mi expresión, garabateando una sonrisa inquietante.
―¿O fue porque no soportaba su música…?

© Patxi Hinojosa Luján
(14/09/2020)