—Señor Serrano, siento haberle hecho venir; verá, su hijo no para de
decir insensateces y...
—¿Cómo cuáles? —interrumpo, expectante.
—La última: ayer aseguró que ha vuelto a ver
naves ardiendo más allá de Orión.
—Se referiría a que ha vuelto a ver Blade
Runner, es que le gusta mu…
—No, no —ahora es el director del colegio el que
me interrumpe a mí—, eso mismo le sugerimos nosotros, pero insistió en que su afirmación
era literal, tal cual.
—Bueno, es cierto que tiene un telescopio, pero sin
demasiado alcance, y lo que cuenta no tiene ni un mínimo de verosimilitud
—añado, teatral, mientras compadezco a quienes viven en mundos de cuatro
dimensiones sin sitio para la fantasía.
—Creo que en casa deberían ponerle límites en
cuanto a lo que puede ir diciendo por ahí; piense que los niños son muy crueles
y podrían burlarse de él hasta llegar a provocarle un complejo, o peor aún, una
depresión que le lleve a encerrarse en su mundo interior, quién sabe con qué
consecuencias —Me suelta con un rictus de solemnidad y de preocupación a la
vez.
—No se inquiete por eso, señor director. Conozco
bien a mi hijo, créame, y le aseguro que su fuerte personalidad le ha dotado de
una inquebrantable fuerza mental.
***
—¿Qué querían, padre? —pregunta mi hijo en cuanto
franqueo la puerta de casa.
—Nada grave, Ismael, sólo informarme de que vas
mejorando tus notas, que notan que te esfuerzas… que sigas así —apostillo, imaginándonos
cerca de Orión…
© Patxi Hinojosa Luján
(05/11/2025)

¡Esos son padres! Grande Patxi. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tus generosas palabras, Juana.
EliminarOtro abrazo de vuelta para ti.
Un relato precioso Patxi. Me encanta ese padre que no sucumbe a la presión de una escuela tan "cuadrada". Siempre debe fomentarse la fantasía y la creatividad antes que la "uniformidad". Me gustó tu propuesta. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana, por tu visita y tu generosa valoración.
EliminarCoincido contigo en la sinopsis del breve micro, es justo lo que he querido expresar en él, más o menos veladamente.
Un cordial saludo de vuelta.
Mmmm... Blade Runner me encanta, una música apropiada dado el tema.
ResponderEliminarQué incrédulo el director.
Ese final abierto da lugar a la imaginación. O ambos son viajeros del espacio disfrazados de humanos, o si nos ceñimos a la realidad, un padre que da espacio a su hijo para soñar con otros mundos.
Muy bueno, Patxi, bien por esos diálogos tan naturales que parece que se escuchan en vez de leerlos.
Otro abrazo, compañero.
Amiga Isabel, compañera Tara, muchas gracias por tu visita y tus acertadas palabras.
EliminarEn este caso, mi intención ha sido justamente la que citas en segundo lugar: "un padre que da espacio a su hijo para soñar...", no sólo con otros mundos, sino para soñar, en general.
Gracias mil también por tu valoración final, que me anima no sabes cuánto...
Un fuerte abrazo de vuelta.
P.D.: Ismael Serrano publicó en 2005 el álbum "Naves ardiendo más allá de Orión", y yo lo he aprovechado incluyendo apellido, nombre, y el hecho de que él y su padre "cojean" del mismo pie y han colaborado, incluso, en alguna de sus canciones.
Buen dato el de la posdata. Gracias.
EliminarHola, Patxi, eso es, que viva la imaginación y la fantasía. Si él veía naves en Orión, pues sería verdad, el director no las ha visto, por tanto no puede saber si es cierto o no...
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Muchas gracias, Merche, por tu visita y por tus palabras, optimistas y vitales: ¡que vivan la imaginación y la fantasía, claro que sí!
EliminarEn mi respuesta al anterior comentario de Isabel, aclaro un poco de dónde surgió la idea para este micro.
Un fuerte abrazo de vuelta.
Lo malo es cuando la gente encargada de preocuparse no sabe de lo que tiene que preocuparse.
ResponderEliminarMuy buena aportación.
Un abrazo.
Así es, amigo Macondo. Muchas gracias por tus acertadas palabras, que comparto, y por tu generosa apreciación.
EliminarUn abrazo de vuelta.
Hola, Patxi. Qué buen micro y qué título más acertado. Digno hijo de su padre, efectivamente. Me ha encantado cómo muestras el contraste ente la personalidad del director y la del padre y el modo de reivindicar la imaginación y la fantasía. Un relato precioso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta, compañera.
EliminarDa gusto leer comentarios como éste, aparte de analizar con precisión mi intención al escribir el micro, son de los que aportan energía y ganas para seguir intentando mejorar en esta pasión que compartimos en El Tintero.
Te envío un abrazo.
Hola Patxi. Tu micro es un homenaje a la fantasía infantil: convierte la queja escolar en cómplice: guiño padre-hijo donde Blade Runner se hace realidad privada y Orión arde de verdad. Me gusta por:
ResponderEliminarEl diálogo de malentendidos: director serio vs. padre que disimula — adultos vs. imaginación.
La mentira protectora: "mejora notas" para ocultar naves en llamas — escudo de amor.
El final en asterisco: "imaginándonos cerca de Orión" — viaje compartido sin telescopio.
En resumen: un cuento de ciencia-ficción doméstica que dice: la fantasía no miente, protege... y los padres, son los primeros replicantes.
Te felicito por tan buena aportación.
Como siempre, amigo Marcos, dejas un pormenorizado comentario, todo un regalo para quien lo recibe, que en este caso soy yo.
Eliminar¡Muchas gracias, compañero, por el mismo y por tu apreciación final!
Un fuerte abrazo.
Si no has visto, aunque sea una sola vez, naves en llamas más allá de Orión o visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser, no has soñado de verdad. Si es que la fantasía está muy desprestigiada. Obstaculiza la obediencia ciega y el conformismo materialista. Un diálogo muy agradable y visual. Un saludo.
ResponderEliminarTienes toooooda la razón, Fernando, no quito ni añado nada a tu visión, por otra parte tan cinematográfica.
EliminarMuchas gracias por pasarte a leer el micro y por tu valoración del mismo.
Un cordial saludo.
Es un relato sobre la herencia más valiosa que un padre puede dar: no la de corregir los "errores" de percepción de su hijo, sino la de proteger su mundo interior, aunque para ello tenga que mentir a un mundo que ha olvidado cómo mirar el cielo. Una defensa poética y poderosa de los soñadores, esos que, como dice el texto, poseen una "inquebrantable fuerza mental" para vivir en más de una realidad a la vez. (Este relato puede ser más común de lo que parece, sobre todo en los niños autistas- ellos aman muchísimo estos tipos de temas). Abrazos virtuales desde Venezuela.
ResponderEliminarMuchas gracias, compañera Raquel, por tu tiempo para con mi micro. Me ha gustado mucho la sinopsis que haces de él (un ejemplo: "defensa poética y poderosa de los soñadores"), que comparto, y me ha "tocado" un detalle que expones en él...
EliminarAbrazos de vuelta hacia Venezuela.
Yo creo que habría que llevarlo al sociólogo. No sea wue luego parezca tonto por no ir al sociólogo.
ResponderEliminarUn vicio que aún no he conseguido coger, excepto en tu caso, es volver al título después de acabar el cuento.
Abrazooo
Pues... muchas gracias, amigo Gabiliante, por pasarte a compartir tu particular y mordaz resumen del micro.
EliminarEn lo que respecta a lo que has comentado de los títulos, yo unas veces los leo antes, otras después y otras antes y después, según...
Abrazo de vuelta.
Hola Patxi. El titulo le va perfecto al relato pues en efecto, de tal palo... Blade Runner ha sido y es fuente de inspiracion para muchos, creo que tu tambien debes ser fan de la pelicula, pero estos dos lo llevan al limite. Durante todo el relato me prguntaba cual seria el final que nos tenias preparado, no imaginaba que el padre seria igual. Un abrazo.
ResponderEliminarAgradezco mucho tu visita, compañero, y también tu comentario.
EliminarSí, Blade Runner es un referente en la Liga de los Soñadores, a la que pertenezco gustoso.
Si buscas en la postdata de mi respuesta a Isabel, verás algo más de luz sobre mis intenciones al escribir el micro.
Un fuerte abrazo de vuelta, Jorge.
Hola, Patxi. Genial micro, me gusta que el padre, en vez de censurar su imaginación, lo apoye e incluso lo aliente en sus hobbit
ResponderEliminarBuen relato con un mensaje muy bello. Saludos.
Era "hobby", jaja la costumbre.
EliminarGracias por pasarte a comentar, amiga Cynthia, y por tus generosas palabras, intento con esfuerzo merecerlas.
EliminarAunque no soy religioso, he oído que algunos dicen que "Dios escribe recto en reglones torcidos"; otros, que muchas veces "no es casualidad, sino causalidad". En todo caso, el hecho de que hayas escrito "hobbit" en lugar de "hobby" ha añadido un toque de Fantasía a todo esto, ¿no te parece?
Un cordial saludo.
Ja, ja, es el padre el que está un poco "pallá". Aunque, tal vez, imaginar que hay naves ardiendo más allá de Orión nos mantiene la cabeza en su sitio. Y ya, si vemos rayos C brillar más allá de la Puerta de Tannhäuser tenemos una salud mental de hierro. No hay vida sin imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, amiga Rosa, no hay Vida sin imaginación; o, en todo caso, sería muuuy triste.
EliminarVeo que universo de la Fantasía de Blade Runner ha calado en muchos de nosotros, ¡bien hecho!
Muchas gracias por tu visita y comentario.
Un abrazo de vuelta.
Los buenos educadores nunca han de poner cortapisas ni limites a la imaginación de los educandos. Esto les hará crecer sin miedos ni traumas. La realidad ya se encargará de recortarnos las expectativas, pero mientras nos sea posible, hay que dejar volar ligeros y libres a los que así lo desean, Aunque sea cerca de la puerta de Tannhäuser.
ResponderEliminarFuerte abrazo
Tal cual, tocayo. Hago mío tu comentario/sinopsis, sin quitar ni añadir ni una coma. Muchas gracias por compartirlo con nosotros y por tu visita.
EliminarAbrazo fuerte de vuelta.
No sé si era tu intención con el relato _De tal palo_, pero has puesto el dedo en la llaga de un problema que están denunciando muchos especialistas: la escuela acaba con la imaginación, la fantasía, la creatividad... y acaba uniformando al alumnado. Enhorabuena, Patxi.
ResponderEliminarMuchas gracias, Amigo Víctor, por tu visita y por añadir contexto a un micro que sí, lleva implícita una denuncia no tan velada al modelo educativo, y una declaración de amor al Arte en general, y al mundo de la Música (véase la postdata a mi respuesta a un comentario anterior) y del Cine en particular.
EliminarYa sabes que valoro mucho tu parecer, o sea que gracias también por la "enhorabuena".
Un fuerte abrazo.
Hola Patxi ese título lo dice todo .
ResponderEliminarEl padre es colega del hijo y los dos ven más allá de lo que ve el director del colegio.
Me ha gustado mucho
Un abrazo
Puri
Hola, Puri, muchas gracias por pasarte por mi micro y comentarlo.
EliminarTambién, como no, por tu valoración que es de las que animan un montón a seguir intentando escribir algo decente.
Un abrazo de vuelta.
Hola Patxi, un relato muy bien escrito y me alegro por ese chaval que tenga un padre que lo comprenda y que apoye esos viajes y esas miradas al cielo. Más vale tener mucha imaginación y tener alas. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Ainhoa, muchas gracias por tu visita y generoso comentario.
EliminarOpino como tú (y se deduce del micro) que nos iría mucho mejor como especie si hubiera muchos más padres y madres así.
Abrazo de vuelta.
Bien dicho. ¡La fantasía al poder!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Valentín, por tu visita y entusiasta comentario!
EliminarUn cordial saludo.
Hola Patxi. ¡Pues sí, tiene toda la razón el director del colegio! Los niños son muy crueles y podrían burlarse de Ismael. Pero lo que habría que enseñarle al niño ¡de forma urgente! es que no se burle de quienes viven en mundos de cuatro dimensiones sin sitio para la fantasía. Podría hasta llegar a provocarles un complejo, o peor aún, una depresión que les llevara a encerrarse en su mundo interior.
ResponderEliminar¡Lo que hay que hacer para educar a unos pobres adultos!
Un abrazo fuerte de Marlen
Hola, Marlen.
EliminarMuchas gracias por tu visita y por dejar este comentario con su tono irónico tan ajustado y adecuado, ¡me ha encantado de veras!
Otro fuerte abrazo de vuelta para ti.
Hola Patxi! Ese padre, pura imaginación, entiende lo que es volar. Pero en algo concuerdo con los maestros, no todos lo entienden, a veces hay que cuidarse de esas personas porque algunas se resienten por eso mismo que no entienden.
ResponderEliminarHola, Mirna.
EliminarMuchas gracias por pasarte a leer mi micro y dejar tu visión del mismo con tu comentario.
Un abrazo, compañera.
¡Hola! Muy apropiado el título para ese final del relato. Además, este texto nos recuerda la importancia de la imaginación, me ha hecho recordar esta frase: "Hay que inyectarse cada día de fantasía, para no morir de realidad". Muy bien traída la referencia a Blade Runner.
ResponderEliminar¡Gracias por participar en el microrreto!
Un abrazo.
Hola, Mª Auxiliadora.
EliminarAgradezco infinito tu visita, tu generoso comentario, y el regalo que contiene: la maravillosa frase "hay que inyectarse cada día de fantasía, para no morir de realidad".
Ha sido un verdadero placer haber participado en este microrreto, por lo que... ¡gracias a ti!
Un abrazo de vuelta.