tag:blogger.com,1999:blog-54503550347688734932024-02-19T17:14:09.373+01:00Mis cosas, ¡cosas mías!Los textos que puedes leer aquí, expresan mis inquietudes, sentimientos y emociones, así de simple.Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.comBlogger323125tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-49803175263394143902024-02-10T17:33:00.006+01:002024-02-10T17:34:58.875+01:00Érase una vez<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9f0s74BM6m-lLPjO5k9N51Ih9bIJ-evkCg_zjn6sFR8iPRYbn9gwwis80EwLc05JNaAyE79sjJEpCFjOuhyN_vXtzrt6flPa2BrJKVyDmyI5BAsqvAglBWtyoNTvRNP-JObN2ivlNcmG-9JwPfFDReIFvQ7-rIENm5BhwfTNDfO57E2NSdFuzOUetaes/s2178/DSC_0177.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1604" data-original-width="2178" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9f0s74BM6m-lLPjO5k9N51Ih9bIJ-evkCg_zjn6sFR8iPRYbn9gwwis80EwLc05JNaAyE79sjJEpCFjOuhyN_vXtzrt6flPa2BrJKVyDmyI5BAsqvAglBWtyoNTvRNP-JObN2ivlNcmG-9JwPfFDReIFvQ7-rIENm5BhwfTNDfO57E2NSdFuzOUetaes/w400-h295/DSC_0177.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Érase una vez unas fiestas locales. Encontrándome yo en el baile de su
plaza principal, de repentemente apareció de la nada un hada; y en cuanto
nuestras miradas se cruzaron me hechizó a perpetuidad. Yo entonces no lo sabía,
no me lo podía ni imaginar, pero llevaba ocultos bajo la manga no uno, sino
varios regalos, todos ellos de un valor incalculable. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Pero no me referiré hoy aquí a su compañía para
toda una maravillosa y feliz vida en común, ni a los dos tesoros que me regaló
en forma de unos seres que acabaron de confirmar desde que hicieron acto de
presencia entre nosotros que pasar por este mundo había merecido la pena, ¡y
mucho!, no… Hoy y aquí quiero hablar del doble regalo que con ella venían de
serie, sus padres, mis muy queridos suegros. Un regalo que ni siquiera la
inevitabilidad de la muerte conseguirá que llegue a caducar. De Feli ya hablé en
el momento de su partida en un par de relatos que salieron de mis entrañas, mas
ahora, por los recientes acontecimientos, le toca el turno a Manolo…<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Érase una vez un hombre bueno, porque Manolo siempre
lo fue. Un hombre que facilitó y endulzó la vida a propios y extraños hasta extremos
insospechados, que intentó con su íntegra personalidad que viviéramos en un
cuento desprovisto de maldad, y que salió triunfante de su misión sin permitir el
menor signo de alarde por su parte. Por eso este humilde texto merece, a mi
modesto entender, el título que lo encabeza.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Manolo era así, no concebía la malicia, por eso
no la entendía; por descontado que era poseedor de unos valores que desde un
principio le ganaron la batalla a aquélla hasta el punto de que todos los que
tuvimos el privilegio de compartir tramos del Camino con él olvidábamos su
existencia en su presencia.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Manolo lo daba todo, y no me estoy refiriendo
sólo a lo material, que también; por eso los que le queríamos, que éramos
muchos, intentábamos devolverle parte de esa generosidad, aunque ello fuera
mediante migajas de admiración, compañía y cariño que, por descontado, él nunca
se permitió dejar de agradecer. Ahora ya es tarde, pero admitámoslo, me temo
que siempre nos quedamos cortos, era inevitable…<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Me viene ahora el recuerdo de un dicho gallego
que compartió conmigo en una de las muchas escapadas que tuve la suerte de compartir
con él, la había oído de joven en su querida y añorada tierra natal: «<span style="color: #0f1419;">Cuando éramos vivos, andábamos por estos caminos; ahora
que somos muertos, andamos por estos desiertos».</span> Yo sólo espero y deseo
que, con las acertadas palabras que me regaló mi Hermano Óscar, sus desiertos
se conviertan en maravillosas playas, como la de Hendaye y a la que tanta
le gustaba visitar para pasear por ella mientras respiraba una brisa marina que
le reconfortaba en grado máximo. Por desgracia, en los últimos tiempos estas
visitas se fueron espaciando en el tiempo hasta desaparecer; otra vez la
inexorabilidad del fin de cada existencia haciendo de las suyas.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Por todo lo anterior, no he querido resistirme a
rendir este humilde homenaje que, tengo que reconocerlo ya, se queda muy, pero
que muy lejos de su propósito inicial; espero que su alma sepa leer entre
líneas y esboce una sonrisa como hago yo mientras escribo, aunque la mía esté
acompañada de esta maldita humedad que tanto me dificulta escribir y leer lo
que escribo…<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Recuerdo con todo el cariño su particular sentido
del humor: ¡qué risa!, acertó a decir un par de veces con voz apagada,
susurrando, después de sufrir episodios de tos que le robaban la poca energía
que le iba quedando ya en sus últimos días. Yéndome atrás en el tiempo, recuerdo
su disposición innegociable para cualquier trabajo, ya fuera haciéndolo él en
primera persona o ayudando a terceros. ¡Recuerdo tantos detalles de su
personalidad y enorme humanidad, tantos viajes compartidos, tantas anécdotas,
tanta felicidad a su lado…! Y recuerdo tantas y tantas historias que gustaba
contarnos a cuantos nos prestáramos a oírlas que me sería imposible reflejarlas
todas. Mas me quedaré con el episodio que puso en escena toda su grandeza: cuando
la vida le (nos) golpeó arrebatándole a su amor, a su queridísima Feli, primero
a nivel de comunicación con ella, cortada de raíz demasiado pronto, y más tarde
también a nivel corpóreo, no dudó en asir con fuerza los mandos de la situación
y, con todo el cariño y ternura, ocuparse de ella como la gran persona que ya
sabíamos que era, aunque no por ello dejó de maravillarnos tamaño ejercicio de
sacrificio, dedicación y paciencia. Incluso, como propina, descubrimos su
faceta culinaria, que toda su familia pudo disfrutar, en especial sus nietos. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Pero, aunque estemos tristes por su partida, nos
queda el alivio de saber que ya está descansando en el lugar en el que
descansan las personas buenas, ese lugar para el que hay que opositar y que
exige una nota de corte alta, tan alta que sólo consiguen superarla los
elegidos, como él.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">No quería terminar sin compartir una última
apreciación: ahora que el niño que un día fue (y que nunca dejó de estar presente
tras la fachada adulta) ya no debe preocuparse por las ánimas y lobos que poblaban
las noches de sus senderos y bosques gallegos, espero que al fin pueda descansar
en paz, ¿quizá en compañía de Ella…?</span></span><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; text-indent: 35.45pt;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Manolo, esté seguro de que no le olvidaremos
jamás. Porque, insisto, de usted sí que se podrá decir siempre con voz bien
alta: <o:p></o:p></span></span></p><p>
<span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">«Érase una vez un buen hombre».</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(10/02/2024)</span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-55570907805212135802023-11-13T14:24:00.003+01:002023-11-13T21:57:38.920+01:00Brillando aún a tus sesenta y cuatro… <div style="text-align: center;"><b><span style="color: #38761d; font-family: trebuchet; font-size: large;"><u>B</u>rillando aún a tus sesenta y cuatro…</span></b></div><div style="text-align: center;"><b><span style="color: #0b5394; font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></b></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">… Cinc<u>u</u>enta y pocos dicen que aparentas</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Será que admiran todo cuanto hace<u>s</u></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Porque ni en sueños serían <u>c</u>apaces</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">De entender cómo tú te transp<u>a</u>rentas</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Muchos <u>b</u>uscan el truco si frecuentas</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Con generosid<u>a</u>d y sin disfraces</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Para<i>j</i>es y momentos con enlaces</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">A la magia de ahuyentar las t<u>o</u>rmentas</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Es por e<u>l</u>lo, Susan, vida, cariño</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Que me rindo <u>a</u> tus pies, a tu figura</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Sin vergüenza de pare<u>c</u>er un niño</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Y echando mi moned<u>a</u> en tu ranura</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Seduzco a tu <u>m</u>irada con un guiño</span></div><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">Confi<u>a</u>ndo en evitar cualquier fisura </span></div>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal;">Patxi
Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></p>
<span lang="ES-TRAD" style="font-variant-alternates: normal; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; line-height: 107%;"><div style="text-align: center;"><span style="color: #2b00fe; font-family: trebuchet; font-size: large;">(11/11/2023)</span></div></span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-32574618145141755082023-05-14T18:32:00.006+02:002023-06-11T14:35:55.059+02:00Antonio<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjthiCk_euA6tTOY6o19_REXC8sw4Rn80HUyUmvdzz5rHaoSSbg8RFAiavfxroXk8kyDJS3QQlW6UnU5NEVbzwkSrclNoEpCDfvvDDv-5ux1WlS86tVyP3-5fzYThq2gB6R6-nSW3ZSRGsNYMCE--IdploAYZOIqeNsOqTtc-sb-82xUo1fGmh9NGOz/s2048/Antonio%20Gestal-Firmado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1365" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjthiCk_euA6tTOY6o19_REXC8sw4Rn80HUyUmvdzz5rHaoSSbg8RFAiavfxroXk8kyDJS3QQlW6UnU5NEVbzwkSrclNoEpCDfvvDDv-5ux1WlS86tVyP3-5fzYThq2gB6R6-nSW3ZSRGsNYMCE--IdploAYZOIqeNsOqTtc-sb-82xUo1fGmh9NGOz/w426-h640/Antonio%20Gestal-Firmado.jpg" width="426" /></a></div><br /><p></p><p><span style="background-color: white; color: #292929;"><span style="font-family: trebuchet;">(Esta magnífica imagen, que ha servido de inspiración para el relato, es propiedad de Marcos Gestal @mgestal, y se reproduce con su permiso)</span></span></p><span style="font-family: trebuchet;"><span style="font-size: large;">El destrozo era bastante mayor del que se adivinaba cuando acabaron de atravesar las capas más altas de la atmósfera terrestre y sobrevolaron diferentes áreas del planeta; y, sin duda, mucho más importante de lo que predijeron al programar la misión. Después de seleccionar una zona en concreto y de unos minutos de búsqueda en ella, la nave aterrizó en el único lugar más o menos despejado y liso que encontraron en varios kilómetros a la redonda trazando una trayectoria perpendicular a un suelo que les esperaba indiferente. Los tres ocupantes cruzaron unas miradas tristes cargadas de resignación y un suspiro triple resonó en cada pieza metálica del reducido habitáculo. Se dieron un tiempo para hacerse a la idea; el informe que deberían entregar a la vuelta al que era su nuevo hogar desde hacía unas pocas décadas iba a ser desalentador: la raza humana no había cambiado en nada, no era sólo que no se habían desecho de aquel espíritu autodestructivo que provocaron las inevitables misiones de exilio, sino que lo habían aumentado a la vista de los primeros destrozos que observaron. El final se intuía cercano, si es que no se había producido ya. Allí donde habrían resonado infinidad de explosiones y disparos, ahora reinaba un silencio ensordecedor. Esperaron a que la densa nube de polvo y cenizas provocada por el aterrizaje hubiera acabado de depositarse en la superficie de nuevo y abrieron la puerta decididos a salir.<br /> Podían hacerlo vestidos con la indumentaria de «paseo», tan diferente de su traje de viajeros espaciales y sin el molesto casco, pues al fin y al cabo estaban en «su» Tierra respirando «su» aire, aunque en esta ocasión aún más contaminado que la última vez que lo inhalaron, unos veinte años atrás; y así lo hicieron. Ya fuera, sellaron la nave y se apartaron de ella hasta llegar a un punto que les pareció adecuado. Entonces, formaron con sus espaldas algo parecido a un triángulo equilátero y empezaron a girar en el sentido de las agujas de un reloj analógico que al mayor del grupo, al Mando, le recordaba al que consultaba, sacándolo de su bolsillo, una persona muy querida para él en un tiempo que le pareció de otra era. En un determinado momento, éste dio la orden de parar, algo le había llamado la atención. Les indicó el lugar a sus compañeros y empezaron una perezosa marcha hacia aquel lugar. Mientras lo hacían, su pensamiento se permitió ir por libre y acercar recuerdos que habían marcado, o no, su estancia allí años atrás, pero que, en todo caso, tenían un significado especial.<br /> El muchacho empezó a correr en cuanto percibió que tres desconocidos uniformados con la misma vestimenta, a la manera militar según interpretó, se dirigían a su encuentro. Ya había tenido bastantes encuentros con gente así y no deseaba ninguno más. Ellos le imitaron y, desde una prudencial distancia, le indicaron que parara, que no iban a hacerle ningún daño, más bien al contrario, que le ayudarían en lo que fuera que estuviera en sus manos. El chico frenó en seco al reconocer su idioma, lo que le serenó hasta el punto de girarse y ofrecer una mirada asustada, pero orgullosa. No era tan joven como supusieron, rondaría los cuarenta años; bien llevados a pesar de la evidente malnutrición, paradoja que sólo podría darse en un superviviente. Se dirigieron hacia él con sus manos bien visibles y vacías para generarle confianza; mientras, él parecía ocultar algo en las suyas, lo que les mantuvo en alerta hasta que al llegar cerca de su posición comprobaron que no era nada que pudiera producirles temor o alarma, era un simple papel impreso enrollado.<br /> El Mando se adelantó a sus compañeros y le repitió al lugareño, esta vez gesticulando también, que venían en son de paz, que querían ayudar, ayudarle; el efecto fue inmediato: la serenidad se añadió al ambiente palpándose como un elemento más de aquel cuadro hiperrealista y duro; unos momentos después, la curiosidad le obligó a pedirle que le enseñara aquello que con tanto cuidado sostenía entre sus manos. Éste accedió y desenrolló con parsimonia y delicadeza el pliego hasta mostrarle lo que en realidad era: el póster de una fotografía, maltratado por el tiempo, pero con una magnífica fotografía, en blanco y negro. A aquél le dio un vuelco el corazón y palideció de repente…<br /> Sus dos compañeros, que permanecían con discreción un par de metros por detrás, tuvieron el tiempo justo de adelantarse y lograr que éste pudiera apoyarse en ellos antes de dejarse caer al suelo debido a lo que supusieron una repentina bajada de tensión arterial. Pasados unos instantes, el Mando recuperó el color, las fuerzas y la vertical, y se pasó la bocamanga por la frente para hacer desaparecer las gruesas gotas de sudor frío que habían aparecido de golpe. Tartamudeó unas palabras inconclusas, carraspeó y, ahora sí, pudo formular la pregunta que le golpeaba la cabeza por dentro pugnando por salir. Se dirigió al portador de la fotografía y le preguntó:<br /> —¿De dónde has sacado esto…? —interrogó señalando el póster ante la extrañeza de sus compañeros, que se miraron incrédulos opinando, sin abrir la boca, que se podrían encontrar mil y una preguntas para hacerle a aquella persona antes que aquélla.<br /> —Yo… yo no la he robado. Ya no queda nada en pie. Todos están muertos, que yo sepa. Ya no queda nada —repitió matizando de manera inequívoca su respuesta anterior—. Era la única que quedaba en la pared y me pareció que iba a desprenderse en cualquier momento. Me gustó mucho en cuanto la vi y, bueno, nadie me la reclamaría, o eso pensé yo…<br /> El Mando meneó la cabeza y, mientras un par de lágrimas correteaban por sus mejillas, murmuró:<br /></span><br /><span style="font-size: medium;"> </span></span><span style="font-family: trebuchet;"><i>«¡Acabaron presentándola al concurso a mis espaldas y, por lo visto, fue seleccionada para que fuera expuesta…!».</i><br /><br /><span style="font-size: medium;"> </span><span style="font-size: large;"><span>—¿Qué dice, jefe?, no se le ha entendido. —gritó el más joven de los recién llegados, que al momento se arrepintió.</span><br /><span> —¡No me diga, jefe, que usted ya ha estado aquí! —agregó su compañero frotándose las sienes en espiral unos segundos mientras elucubraba...—A usted, como a nosotros, nos tocó hacer el traslado a la Colonia desde la Tierra; pero así como nosotros lo hicimos de bebés, usted lo hizo de adulto; apostaría a que no obedeció la orden de borrar sus recuerdos, y estos provienen de aquí en concreto, ¿me equivoco?</span><br /><span> El Mando parecía ausente pero, aunque no lo pareció en aquellos momentos, había estado atento a las palabras de los dos. En cuanto acabaron de hablar, intuyendo la escasez de alimentos que sin duda reinaría por allí, les ordenó que entregaran al lugareño una caja de píldoras de supervivencia y a continuación se dirigió a éste indicándole que se tomara una, sería suficiente para cubrir los requerimientos mínimos diarios; en un par de días se sentiría más fuerte. Así lo hicieron, y la primera cápsula no tardó en ser ingerida evidenciando confianza, desesperación, o ambas cosas.</span><br /><span> En esta situación, el Mando aprovechó para solicitarle que le cediera el póster, asegurándole que se lo devolvería sin causarle más deterioro del que ya de por sí tenía. Lo desplegó sobre el capó de un coche en ruinas, después de quitar todos los cascotes que le molestaban, y lo observó con una expresión de cariño reflejada en su mirada. Estuvo contemplando la imagen mientras los otros tres guardaban un respetuoso silencio. Al rato, los buscó con la mirada y volvió a hablar:</span><br /><span> —Es Antonio. Mejor dicho, sus manos apoyadas en un bastón que ellas mismas tallaron. —No pudo evitar suspirar como si le fuera la vida en ello, antes de añadir…— ¿sabéis?, cuando se hizo esta fotografía contaba con 96 años de edad y estaba hecho un chaval, fresco como una lechuga, como decíamos por aquí; aún vivió diez años más con la misma dignidad que todos los anteriores, porque os diré que su vida no fue fácil, tuvo que ganarse el pan de mil maneras, trabajando de peluquero, conserje y varios oficios más hasta que le tocó ser albañil, empleo al que dedicó la mayor parte de su vida laboral. Es curioso cómo todo eso lo veo reflejado en la textura, pliegues y arrugas de la piel de sus dedos, de sus manos; para mí son como una enciclopedia abierta, un tesoro difícil de igualar, si no imposible. Nunca lo olvidé en el exilio a la Colonia y nunca lo olvidaré pues, como estáis confirmando vosotros ahora mismo, conseguí esquivar la orden y el programa de borrado de recuerdos.</span><br /><span> Su mente se perdió enumerando todo lo que esa imagen le había hecho rememorar y, por un instante, el tiempo y el espacio dejaron de tener significado y valor.</span><br /><span> Al lugareño la escena anterior le acabó emocionando, y se animó a sí mismo y a los otros dos a acercarse al coche para ver mejor los detalles mencionados por el Mando. Éste lo entendió al instante y se retiró hacia un lado dejándoles vía libre. A aquél le bastó con intentar apreciar esos detalles, ahora con otra mirada, y se retiró también. Los otros dos se fijaron en algo distinto, y se giraron para preguntar al unísono:</span><br /><span> —Jefe, ¿ha visto la firma…?</span><br /><span> —Sí, claro —contestó el Mando que, de repente, recordó algo y buscó con un impulso frenético entre sus pertenencias; algo que al final encontró.</span><br /><span> Sacó una fotografía que llevaba a modo de amuleto, y cuya visión en contadas ocasiones se permitía contemplar, y la colocó al lado. No cabía la menor duda, era una copia idéntica a la del póster, aunque ésta fuera una ampliación.</span><br /><span> En ambas la firma era nítida y legible: podía leerse «Marcos Gestal», y era la misma que a día de hoy seguía usando el Mando Marcos Gestal, el orgulloso nieto de Antonio.</span></span></span><div><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div><div style="background-color: white; color: #292929;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span lang="es-ES">©</span><span lang="es-ES"> </span><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><span lang="es-ES">Patxi Hinojosa Luján</span></span></span></div><div style="background-color: white; color: #292929;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">(08-14/05/2023)</span></div></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-9638582660100661152023-04-03T23:55:00.006+02:002023-04-03T23:56:44.564+02:00Soneto a la reconciliación (dedicado a Panchito Varona) <div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><b><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Soneto a la reconciliación</span></b></div><div style="text-align: center;"><b><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">(dedicado a Panchito Varona)</span></b></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Dudándolo mucho al final me animé</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">A declamar lo que se nos sustrajo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">A mandar conjeturas al carajo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Tras aquel doloroso <i>communiqué</i></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Cartuchos a la enemistad disparé</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Osé rimar realidad con rebajo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">«Que no perdure un agravio tan bajo»</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Tracé en la libreta que nunca cerré</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Mas, ¿eran reversibles los abrazos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Que en la famosa peli se mostraron</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Sin presagiar los futuros portazos?</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Hoy me sumo a los que se distanciaron</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">De hacer saltar mil años en pedazos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">Mientras sueño que se reconciliaron</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><p align="center" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span>©
</span><span style="font-variant-alternates: normal; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><span>Patxi
Hinojosa Luján</span></span></span></p>
<p align="center" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">(24/03/2023)</span></p></div><div style="text-align: center;"><p align="center" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"></p><p align="center" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><br /></p><p></p></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-51740100454113629332023-01-22T16:25:00.004+01:002023-01-22T16:37:03.331+01:00Anomalía<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDZREuy4Rys3CzTW7s_-ErnFLu_7kLuub5hxqFnGIUNyum2wvRuvAuifmhCcL0XXDrnVCmMH46nxPTzUs-tduyPHRhd4teatrIiBY74yjc8qTR95ebRXjd6KAVFK_-kTZqeWnzn73d6V2jdlPBeh1X2DiDnHtlxvzE1ekk0RviS1BchP2wgd81c6Ut/s3000/Marcos%20Gestal.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="2000" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDZREuy4Rys3CzTW7s_-ErnFLu_7kLuub5hxqFnGIUNyum2wvRuvAuifmhCcL0XXDrnVCmMH46nxPTzUs-tduyPHRhd4teatrIiBY74yjc8qTR95ebRXjd6KAVFK_-kTZqeWnzn73d6V2jdlPBeh1X2DiDnHtlxvzE1ekk0RviS1BchP2wgd81c6Ut/w427-h640/Marcos%20Gestal.jpg" width="427" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="background-color: white; color: #292929; font-family: times, "times new roman", serif;">(Esta magnífica imagen, que ha servido de inspiración para el relato, es propiedad de Marcos Gestal @mgestal, y se reproduce con su permiso)</span><div><span><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div></span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: trebuchet;">«La circular interna era clara…»<br /><br /> En estos tiempos de zozobra mis despertares suelen encontrarme inmerso en un ajetreo mental perturbador. Son momentos de confusión en los que los resquicios del ventanuco de mi reducido habitáculo no filtran sino la negrura más absoluta; siempre, haya amanecido o no, circunstancia que ya no tengo clara pues la información que me aportan mis ciclos vitales empiezan a ser confusos.<br /> Cuando se produce el súbito traspaso del umbral entre el sueño y la vigilia, en lo que dura un bostezo y con mi cuerpo perlado de gélido sudor, alargo una mano hasta el interruptor, enciendo la lámpara de la mesita de noche y recupero mis gafas para comprobar si lápiz y libreta, que son las únicas pertenencias que conservo aquí, siguen donde los dejé al acostarme; alimento la esperanza de poder plasmar cada detalle que consiga recordar del interrumpido sueño. Todo ello a pesar de que sé con seguridad que me leen cuando duermo; intuyo que se sirven de algún potente sedante que me deben suministrar con las comidas, pues yo nunca he dormido tan profundo y de un tirón. ¿Que cómo sé que revisan mis anotaciones?: soy minucioso al máximo y detecto cualquier mínima variación en la alineación del lapicero con el cable de la lampara, y en el ángulo que forman estos con la libreta; hasta ahora no han sabido recolocarlo todo con precisión ni una sola vez, lo que me instala en la certeza de que si me tienen así es porque necesitan saber cuánto recuerdo, hasta dónde recuerdo...<br /> Mas aún no he sido capaz de resolver el puzle de mis dudas: ¿qué pasó para que me mantengan encerrado así, en mi particular Día de la marmota? Admito que estoy empezando a rendirme. Aquí pasan las horas, los días y las semanas en la más cruel monotonía y sin más presencia humana que las escasas visitas de los «gorilas» que me vigilan.<br /> Cada vez tengo más claro que mis pesadillas son recurrentes, pues al comparar las frases esbozadas día a día por mi yo aún amodorrado me pregunto, intrigado, qué pasará con ese puente que empieza a adquirir protagonismo; y después de semanas de lo que parecía que terminaría siendo una tarea infructuosa, al solapar las anotaciones pude extraer de ellas por primera vez algo con un cierto sentido:<br /><br /><i> Siempre está esa luz. Es una luz tenue, como filtrada, que me saluda y acaricia por estribor del boscoso camino; pero por más noches que pasan nunca intento acercarme a ella, sino que continúo por aquél centrándome en el pequeño puente que lo segmenta sin conseguir sobrepasarlo nunca. De repente veo una marca en el suelo, hacia su mitad...</i>, y el relato choca aquí con la imposibilidad de recordar más detalles.<br /><br /> ―¡Tanto tiempo para esto! ―me digo maldiciendo, y mi esperanza se trastabilla cayendo un par de peldaños más…<br /> A estas alturas del relato ellos entran en alerta: «¡Precaución!, el cuadro que empieza a esbozar el detenido se asemeja demasiado a la realidad»; y un día, de repente, sin previo aviso, aparece alguien enfundado en un uniforme familiar, aunque el mío carezca de alardes de mando.<br /> ―Llegaste hasta la mitad del puente, junto a tus compañeros, ¡grave error...!, ¿aún no lo has conseguido recordar? ―suelta sin mediar saludo.<br /> »Como ves, estás en una especie de celda-hospital hasta que decidamos qué hacer contigo cuando te repongas de todas tus lesiones, aunque me temo que seguirás a la sombra algún tiempo. Tus compañeros no opusieron resistencia durante el arresto y están en otras celdas, aislados. ―Después, se acerca un poco más a mi oído y me susurra.<br /> »En cierta medida, la culpa fue mía; porque siendo justos, lo tuyo es más una obsesión que una insubordinación. De todas las fotos que me ordenaron hacer de la zona que iba a ser pasto de las llamas para su explotación posterior por la constructora, no entiendo cómo llegó a tus manos la del famoso puente y su ubicación exacta, y menos aún cómo llegaste a poner en riesgo tu futuro laboral.<br /> Entonces, me da un medio abrazo de cortesía y arroja una carpeta a mi cama antes de despedirse sin apenas mirarme.<br /> Enseguida abro la carpeta y veo que contiene una lámina tamaño A4 que me da una bofetada emocional al contemplarla: ahí está el bosque con mi puente de madera donde, al acudir a hacer nuestro trabajo, vimos la marca que indicaba el punto para la colocación del material que provocaría el devastador incendio definitivo instantes después de que me detuvieran junto con mi equipo. Y en ese preciso instante la recuerdo, recuerdo la orden que nos prohibía volver a ejercer nuestros servicios como bomberos hasta nuevo aviso, la que intenté desobedecer sin asumir sus consecuencias.<br /><br /> Pasan unas horas que no consigo cuantificar. Entra un vigilante y con una excusa médica me inyecta algo en el brazo. Empiezo a perder la visión justo en el momento en que otro coge la carpeta y le prende fuego en la papelera metálica. Tengo el tiempo justo de esgrimir un esbozo de sonrisa antes del final. Una sonrisa similar a la que dejé formada instantes antes en la mesita con el cable de la lampara y pedazos del lápiz que troceé asumiendo que ya no necesitaría utilizarlo más.<br /><br /> Oscuridad. Fuego y oscuridad.<br /><br /> «La circular interna era clara: hay que acabar con cualquiera que obstruya el macro proyecto urbanístico.»<br /></span><br /></span><div><div><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><span lang="es-ES">©</span><span lang="es-ES">
</span><span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;"><span lang="es-ES">Patxi
Hinojosa Luján</span></span></span></div><div><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;">(22/01/2023)</span><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div></div></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-63387684044393832632023-01-15T22:34:00.003+01:002023-01-15T22:38:57.305+01:00A Manolo<p> </p><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><div style="text-align: center;"><b>A Manolo</b></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Cuando<b> </b>aquí llegó le llamaban Andrés</div><div style="text-align: center;">Curioso, pues él siempre fue Manolo</div><div style="text-align: center;">No alardea de no sentirse solo</div><div style="text-align: center;">Porque esto no ocurre por mero interés</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">A ras de suelo ajustó mil rodapiés</div><div style="text-align: center;">Y en las alturas pensó «yo controlo»</div><div style="text-align: center;">Que no les hablaran de protocolo</div><div style="text-align: center;">Pues casi nunca contaban con arnés</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Ya es <i>vox populi</i> su generosidad</div><div style="text-align: center;">Su humildad no necesita membrete</div><div style="text-align: center;">Él prefiere vivir en la austeridad</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">¡Cuánto cariño derrocha el mocete</div><div style="text-align: center;">Aliñándolo con su inmensa bondad!</div><div style="text-align: center;">Pongamos que hablo de Manolete</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">© <span style="font-variant-caps: small-caps;">Patxi
Hinojosa Luján</span></div></span><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><div style="text-align: center;">(14/01/2023)</div></span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-56435160366515200282022-11-14T15:35:00.008+01:002022-11-14T15:42:54.648+01:00Recuerdos inconexos<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Los calendarios que consultamos aquellos que hemos visto demasiadas de sus hojas perderse en el pasado acostumbran a contar con multitud de casillas cruzadas por signos tan invisibles como presentes y que denominamos aniversarios. No hace falta echarles un vistazo para que los recuerdos que representan nos avisen de que están ahí, de que siempre lo estarán. Algunos son caricias en el corazón, mas otros… otros son arañazos en el alma.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> De repente, desde hace unos pocos días, recuerdos dispares se agolpan en mi cabeza y no sé cómo darles salida sin que vayan acompañados de una carga de emotividad tan pesada, que siento que necesito hacerlo más pronto que tarde.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Creo que empezaré por el final, o casi. Después ya veremos cómo se ordenan esos recuerdos inconexos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> No hace tanto que, en nuestros paseos por el Boulevard de la Mer de Hendaye, cuando Susan, Manolo (su padre) y yo nos cruzábamos contigo charlábamos de lo humano y de lo divino antes de continuar con nuestros respectivos caminos. Pero en un abrir y cerrar de ojos, como por arte de no sé qué intrusa maldición, pasamos a verte sentado, ya casi siempre, en alguna parte del murete que separa el paseo de la playa en sí pero nunca muy alejada de tu portal, que no era cuestión de malgastar esas fuerzas que ya empezaban a escasear. Qué lejanos parecían entonces esos momentos en los que manipulabas con pasmosa facilidad esos enormes rollos de sintasol, como cuando me pediste ayuda y en un plis-plás nos hicimos ese apartamento en St. Jean de Luz; yo como un simple ayudante, claro. Me decías que eso no tenía mérito, que no era comparable a cuando tuviste que pintar en un rascacielos el exterior de una persiana ¡desde fuera!, sólo agarrado con una mano a un pincel que un compañero sujetaba desde dentro, mientras que con la otra pintabas. Se me ocurren varios adjetivos que casarían a la perfección con dicha acción, aunque creo que el que mejor le va es el de temerario.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Y claro, a alguien capaz de tamaña osadía no podía negarle que experimentase en nuestra casa con una nueva técnica de pintura a pistola que querías probar. Y bien que lo hiciste, ¡y qué bien lo hiciste! Nos quedaron salón, entrada y pasillo preciosos, y nosotros encantados. Vaya, parece que nos hemos ido cerca del principio de nuestra relación, cuando frecuentábamos salidas después de responder con un ¡vamos! a la pregunta que de vez en cuando nos hacía tu pareja, Caroline, no pudiendo evitar que su ¿vamo a merendá? estuviera impregnado, estaba más que claro, de tu acento extremeño. Caroline, gran Amiga y madre de tus dos hijos menores y que para Susan y para mí siempre han sido más que vuestros hijos, mucho más que los amigos de los nuestros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Me viene el recuerdo ahora de la tarde noche que, a la vuelta de una de tantas de esas escapadas meriendiles, os camelé a Susan, a Caroline y a ti para sentarnos en el suelo de una de nuestras habitaciones, con las ventanas y contraventanas cerradas y la luz apagada, a escuchar a todo volumen «Funeral For A Friend - Love Lies Bleeding» de mi primo Elton John, vosotros dos por primera vez, yo por enésima. No sé si fueron lo efluvios del vino o que en realidad lo sentíais de corazón, pero me transmitisteis que os gustó la experiencia, y yo tan feliz.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Sí, fue un tiempo de mucha cercanía, amistad creo que la llaman; y lo mismo nos prestabais vuestra Caravana en La Manga del Mar Menor que me llamabas apurado para que fuera a buscarte e Guéthary porque a tu Nissan Vanette le había dado por patinar y se había dado un trompazo, no recuerdo ahora mismo si contra un árbol, una señal de tráfico…, quedando inutilizada. O ayudaba a mi padre a colocaros con todo el cariño la escalera interior de la villa que os estabais construyendo. Por cierto, allí en vuestra casa entendí por fin lo que me pasaba con las alturas, ese miedo casi irracional. Un día, cuando las vigas ya estaban colocadas, pero no así el suelo del piso superior, me dio por ponerme de pie sobre una de ellas y lo entendí: tengo vértigo, un vértigo brutal y no pude soportar no tener un suelo a mis pies y ver sólo el vacío; tuve que sentarme enseguida y agarrarme bien a todo lo que encontré a mano para evitar males mayores.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Pero el recuerdo que me asalta ahora es el más chocante de todos, quizá porque no estás tú en él cuando pienso que deberías haberlo hecho, dicho sea desde el cariño: paseábamos por ese Boulevard de la Mer que ya mencioné antes Susan, Caroline y yo junto con nuestros dos hijos pequeños en sus respectivos cochecitos. En un momento determinado Xabi se mostraba intranquilo, quería dormir y no podía y mis dedos consiguieron que lo hiciera con una suave caricia en su frente. Creedme si os confieso que la sensación con la que me quedé fue agridulce, mucho. Aquella era una época de Vacío, así con mayúsculas, y ahora interiorizo más claro que nunca que no fue ni la primera ni la única.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Ya ves, Jacinto, desfilan muchos recuerdos inconexos entre sí (o no), y me temo que seguirán aflorando más cuando estas torpes palabras ya hayan sido firmadas y olvidadas.</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span face=""Calibri",sans-serif" lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">©</span><span face=""Calibri",sans-serif" lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján</span></span> </div><div style="text-align: justify;">(14/11/2022)</div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-87944486813482379432022-07-18T11:27:00.016+02:002022-07-23T12:17:52.840+02:00La pasajera 37<span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><b>La pasajera 37</b><br /><br /><div style="text-align: justify;">Aquel día salí pronto de casa, de modo que llegué con tiempo de sobra a la estación, justo cuando estaban situando mi tren en la vía correspondiente. Quedaban todavía unos veinte minutos para su salida; aun así, en cuanto activaron la apertura de puertas subí al primer coche y me senté en el extremo más alejado de la cabeza del mismo, presa de una impaciencia que me era imposible controlar. Para mitigarla, aunque sabía que sería difícil lograrlo, decidí contar los pasajeros que iban llegando, en silencio.</div><div style="text-align: justify;"> Un chico, con la cara tatuada de adolescencia y una mochila cargada de libros a la espalda por cómo tiraba de él hacia atrás, fue el primero en subir; uno. Después… Una mujer portando una apretada bolsa de tela, «como embarazada», pues delataba el táper dispuesto para el que sería, sin duda, un complicado día más; dos. Un grupo de tres chicos a los que no conseguí imaginarles oficio ni destino, lo cual me intrigó y desasosegó a partes iguales; tres, cuatro y cinco. Una pareja de novios acaramelados que me generaron una sensación de ternura con cierto poso de envidia; seis y siete.</div><div style="text-align: justify;"> Seguían entrando pasajeros y yo los seguía enumerando. Así, después de que varios usuarios más subieran a bordo, desconocedores de que alguien estaba dispuesto a inventar una vida para ellos si fuera menester, le tocó el turno a un presunto jubilado que sin duda se dirigía a realizar una excursión montañera por la vestimenta y los bastones que portaba; el pasajero treinta y seis. Y justo detrás fue cuando entró una silueta conocida, una chica bellísima, más joven de lo que indicaba su atuendo, que algo debió sentir en su nuca porque giró la cabeza de manera brusca para cruzar conmigo una mirada que no me atreví a interpretar en aquel momento, aunque de inmediato sentí que me insuflaba energía; treinta y siete, murmuré, mi número favorito, y una sonrisa bobalicona se adueñó de mi expresión.</div><div style="text-align: justify;"> La pasajera 37 desapareció enseguida junto con mi propósito de seguir contando usuarios, porque… aquella pasajera era especial.</div><div style="text-align: justify;"> Aquella pasajera no era tal.</div><div style="text-align: justify;"> El tren de cercanías se puso en marcha con el típico traqueteo cortesía de la obsoleta playa de vías de la estación mientras cada quien iba a lo suyo.</div><div style="text-align: justify;"> Aquella pasajera era la maquinista. No era la primera ocasión en que coincidía con ella; de hecho, cada día, al ir al trabajo, albergaba la esperanza de volver a verla, y a cada día ese hormigueo tan inocente aumentaba.</div><div style="text-align: justify;"> Aquella pasajera se había convertido en mi secreto amor platónico. Y ahora, al parecer, ella también buscaba mi presencia al comienzo de sus jornadas laborales.</div><div style="text-align: justify;"> ¿Os he dicho ya que es bellísima?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div></span><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján</span></span> </div><div style="text-align: justify;">(17/07/2022)</div></span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-90192495986983934422022-07-16T10:12:00.004+02:002023-02-19T23:33:01.142+01:00Los presentes del ayer<div style="text-align: center;"><b><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Los presentes del ayer</span></b></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Colecciono al por mayor</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Los matices que llego con suerte a entrever</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Con mis ojos de ayer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Hay sonrisas sin pulir</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Que suscitan impulsos que van</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Del deseo al te quiero querer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Nunca pude imaginar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Este viaje sin guion</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Si antes de conocerte soñé</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Que empezaba a perderte otra vez</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Sí decían la verdad</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Las caricias que se te escapaban</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Después de esconder la ilusión</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Porque para tu pesar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Si cruzabas miradas conmigo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Rayaban con la confesión</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Y hoy recuerdo cuando ayer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Tú me invitaste a bailar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Yo temblando, los vellos de punta</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Respiré cuando me pellizqué</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Qué fascinante nuestra historia</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Queda tanto por vivir</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Si lo pienso bien, aún no me lo creo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Porque roza lo irreal</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Yo ya gocé del viaje</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Calculo y no exagero</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Tú más dos sumamos cuatro</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Tú más yo también lo hacemos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Todo «casi» sin querer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Y sigo aquí</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Mientras me prestes alas</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Con las que volar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Sin temor</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Al lado oscuro de la luna</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Sorteando lo banal</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Mientras sea siempre contigo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Contando con el pasado</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Quiero ver si conseguimos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Cultivar para el futuro</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Los presentes del ayer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">O quizá apostar al rojo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Toda la pasión restante</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Pues siempre puede crecer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Me equivoco de canción</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">De universo, de tiempo, de dios</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Si a los “Peces” pretendo imitar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Eso ya me lo advirtió</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Mi prudente sentido común</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Cuando el folio escondió sin pudor</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Pero siempre hay un lugar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Donde puedo ir a buscar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Herramientas, tranquilidad, paciencia</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Que me ayuden con la inspiración</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Qué fascinante nuestra historia</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Queda tanto por vivir</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Si lo pienso bien, aún no me lo creo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Porque roza lo irreal</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Yo ya gocé del viaje</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Calculo y no exagero</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Tú más dos sumamos cuatro</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Tú más yo también lo hacemos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Si hubo más me lo callé</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Y sigo aquí</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Mientras me prestes alas</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Con las que volar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Sin temor</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Al lado oscuro de la luna</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Sorteando el temporal</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Mientras sea siempre contigo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Contando con el pasado</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Quiero ver si conseguimos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Cultivar para el futuro</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Los presentes del ayer</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Que guardamos a conciencia</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Y ya sólo recobramos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Si usas la llave, amor</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján</span></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(15/07/2022)</span></div><div style="text-align: center;"><br /></div> Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-67692735616647935942022-04-16T19:15:00.005+02:002022-04-16T19:38:48.970+02:00Por amor<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXfSb7SmO_-DtIUpyAIu-VzpU45J2rX7ygo64V3E4L8a084pRbfMSMV6CLHuFD2fgsT-V8HJ-L3JOEhD3b-FwhcqDuSsJyCtsYprUijZiVMht2QIbZZFgd99aoUYclUotjNEhY18Jn6_jZ9RDdE9ZPShflBB2q2VfE-HHNImR6Pypc5D6jbYJJgOy6/s778/Por%20amor.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="778" data-original-width="599" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXfSb7SmO_-DtIUpyAIu-VzpU45J2rX7ygo64V3E4L8a084pRbfMSMV6CLHuFD2fgsT-V8HJ-L3JOEhD3b-FwhcqDuSsJyCtsYprUijZiVMht2QIbZZFgd99aoUYclUotjNEhY18Jn6_jZ9RDdE9ZPShflBB2q2VfE-HHNImR6Pypc5D6jbYJJgOy6/s320/Por%20amor.jpg" width="246" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"> <span face="Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif" style="background-color: white; color: #292929; font-size: xx-small; text-align: center;">(Imagen extraída de la red Internet)</span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Ellos están aquí, en mi cabeza; los recuerdo con una nitidez que me perturba,
y por momentos me entra ese temblequeo que los loqueros se empeñan en decir que
es debido al <i>«noséquéson»</i>, aunque yo sé que es otra cosa, algo cercano o
muy parecido al pánico que surge de esta soledad encubierta que nos devora. Está
aquel policía bonachón del que nadie diría que lo es, y al que llamaré «P». También
el alpinista al que si le das la cuerda adecuada te sube a la cima más alta que
encuentre; él será «A». Y un juez de la nueva escuela, sin herencias condicionantes
y con sentido de la Justicia con mayúsculas; nuestro «J». Ellos, y algún otro
que sería irrelevante mencionar aquí, tienen en común que frecuentaban el garito
en el que yo servía copas cada noche. Si se conocen entre sí, no tiene
importancia para el asunto que estoy relatando. Lo que siempre supe es que comparten
la misma inclinación, algo que la sociedad se empeña en llamar debilidad. Una
debilidad que debe quedar en secreto, a riesgo de dar con los huesos encerrados
en una celda de lo más lúgubre. Después del trato que mantuvimos durante el
tiempo que conservé mi trabajo, los tres intuían, y ahora saben a ciencia
cierta, que yo nunca los delataré, ni aun después de que alguien ajeno a mi
entorno sí lo hiciera conmigo.<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;">
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span lang="ES-TRAD" style="color: red; line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">***<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Vivimos tiempos de zozobra, convulsos; malos tiempos
en definitiva. La inestabilidad reinante en cada aspecto de la vida social
genera unas turbulencias con las que resulta difícil convivir. Al margen del
anterior, el ejemplo más patente de todo esto son las guerras; éstas son legales
a poco que cumplan unos requisitos que, de tan mínimos, no son sino la perversión
hecha realidad, máxime cuando son cumplidos en la mayoría de las ocasiones sin
necesidad de teatralizar excusas que, en todo caso, siempre serían tan falsas
como el Judas aquel.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Por el contrario, las emociones están mal vistas,
y el amor prohibido en todas y cada una de sus manifestaciones. Si cualquier muestra
de cariño conlleva cuantiosas multas, ya la primera reincidencia te lleva
directo a la cárcel o a un Centro Mental, según caiga la moneda. Eso sí, sin juicio
previo, tal es el dictatorial poder de los dueños del mundo. Y en esas, aquí
estamos unos cuantos, encerrados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="color: red; line-height: 107%;">***</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Nikita era un caso especial. Cuentan por los
pasillos que en su sentencia no hubo moneda y que su ingreso aquí fue decidido a
dedo, pues «hay que tener una severa enfermedad mental para dejarse llevar por tentaciones
semejantes a las que frecuentaba», según vociferan los estridentes altavoces del
techo cada fin de semana, quizá con otras palabras, antes de obligarnos con
sutileza a padecer sus interminables celebraciones religiosas. No ir, no
aceptar, es peor, mucho peor, y yo no quiero tener que volver a enfrentarme a
la limpieza a fondo de nuestros apestosos baños comunes, por no utilizar otros
adjetivos más acordes; todo ello bajo la presión insoportable de sus amenazas. Sí,
lo reconozco, acepto el chantaje sin protestar. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">Pero </span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">Nikita era un
alma libre, y almas como la suya son imposibles de encerrar por mucho tiempo. Me
viene ahora a la memoria aquella frase que tanto me ha llegado a emocionar cada
vez que me regalaba la película en mi anterior vida, en la real: <i><span style="background: white;">"Algunos pájaros no pueden ser
enjaulados, sus plumas son demasiado hermosas. Y cuando se van volando, se
alegra esa parte de ti que siempre supo que era un pecado enjaularlos. Aun así,
el lugar donde tú sigues viviendo resulta más gris y vacío cuando ya no están"</span></i><span style="background: white;">.</span> </span>Por eso decidí ayudarle, a
pesar del amor no correspondido que le rendía; o quizá por ello mismo.<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="color: red; line-height: 107%;">***</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Un interno de los más veteranos, que como yo tuvo
la «suerte» de que la moneda le encerrara en este psiquiátrico, insiste en declarar
que Nikita huyó por el boquete que abrió una bomba enemiga en el techo de uno
de los corredores. Añade nervioso y con risa floja que aprovechó un rayo de luz
que la Luna llena, compasiva, llenó de estrías antes de enviárselo por aquél para
que pudiera escalar por él. No seré yo quien lo niegue, me cae bien ese tipo. Pero
siempre supe que si Nikita consiguió huir fue por amor y que nadie arriesgará
su vida por mí como sí hizo aquel celador al que pronto también echarán en
falta, si no lo han hecho ya. Sé que disfrutarán de su compañía mutua y de su
amor hasta que el infortunio les delate y sean privados de libertad, en el caso
de Nikita por segunda vez. Pero, ahora, después del éxito de la acción de «A», si
«P» y «J» consiguen también hacer bien su trabajo, y estoy seguro de que por
ellos así será, tienen un tiempo precioso para desaparecer, pues los
expedientes de su huida estarán un buen tiempo siendo recolocados debajo del
montón de asuntos pendientes a cada caso nuevo que entre en los respectivos despachos.
Mientras tanto, este tiempo que considero ya como una suerte de redención para
mí, hará más llevadera mi particular «Cadena Perpetua».</span></span><span style="font-family: trebuchet; font-size: large; text-indent: 35.45pt;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></p>
<span lang="ES-TRAD" style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(15-16/04/2022)</span></span></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-30342195875713788782022-03-19T15:14:00.018+01:002022-03-30T00:13:21.840+02:00Hoy, que es el Día del Padre…<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Me sorprendo pensando en ti, por esto que nos lleva golpeando el corazón desde hace tres semanas largas y, de repentemente, caigo en que hoy es el «Día del Padre». ¿Coincidencia, casualidad?, ¡quién sabe! Un gran amigo diría, lo creo casi con total seguridad, que causalidad; y, al fin y al cabo, ¡qué más dará! El caso es que lo aprovecho para retomar el contacto muchos meses después con estas teclas que me saludan extrañadas por el injusto abandono sufrido hasta hoy; así puedo desahogarme un poco de tantos sentimientos que me y nos ahogan en estos días inciertos.</span></div><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"> Y es que no puedo evitar preguntarme: ante tamaño horror, ¿cuál sería hoy tu postura y la de tu ajado carnet del PCE si tu cabeza fuera la misma que lo firmó en primera instancia a mediados del pasado siglo?; porque dos de los principales peones de la macabra partida son tu querida Rusia y tu casi venerada Ucrania, el «granero de Europa» como tú no te cansabas de recordarme con orgullo casi identitario. Pero hoy y aquí tengo que fingir que esa y otras muchas cuestiones no obtendrán respuesta porque te las llevaste contigo a la tumba.</div></span><div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><div style="text-align: justify;"> ―¿Cómo que no, hijo?, te podría sacar de dudas ahora mismo si tú quisieras dignarte a escucharme.</div><div style="text-align: justify;"> ―¡Pero papá, que tú no puedes intervenir aquí, que te fuiste al otro barrio sin esperar al año 2000! ―respondo sobresaltado.</div><div style="text-align: justify;"> ―¿Por qué no? Soy parte interesada y protagonista, ¡faltaría más!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> <i>«Si alguien me viera u oyera en estos momentos pensaría que estoy loco, y no les faltaría razón.»</i></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> ―¿Qué farfullas, hijo?, que mi oído ya no es el que era.</div><div style="text-align: justify;"> ―No, nada, cosas mías. Por cierto, ni el tuyo ni el de muchos de nosotros.</div><div style="text-align: justify;"> ―Eso te pasa por haber usado y seguir usando tanto los auriculares. Lo mío es por la edad.</div><div style="text-align: justify;"> ―Es por tu estado actual; no te olvides de eso, papá, que parece que te costara admitirlo.</div><div style="text-align: justify;"> ―Et voilà! Ya tienes todas las respuestas que buscabas en tu cabecita loca. ¡Con qué facilidad se hacen las cosas en esta dimensión, caray!</div><div style="text-align: justify;"> ―¡Es verdad, es como si me hubieras contado otra de tus batallitas, de aquellas que me recreabas de pequeño, pero sin necesidad de decir ni una sola palabra y en un visto y no visto!</div><div style="text-align: justify;"> ―Pues ya me voy yendo, hijo, que tengo más puertas a las que llamar con la curiosidad de saber si detrás de ellas también responden: ¿¡papá!?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Ahora que ya casi no me oyes, tengo que confesarte que pienso que tú te envolviste en una imperfección adornada de las más hermosas imperfecciones, entiéndaseme…Y, como no me podrás ni delatar ni rebatir en público, y volviendo al asunto principal que nos ocupa hoy, presumiré aquí que intuyo lo que dirías, que imagino lo que pensarías… y que sé, a ciencia cierta, lo que sentirías, porque quiero otorgar su debida importancia a estos matices para nada sutiles.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Hoy, que es el «Día del Padre», te siento… y te quiero.</div></span><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></p>
<span lang="ES-TRAD" style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(19/03/2022)</span></span></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-90727261456085554832021-11-20T21:43:00.012+01:002021-11-21T17:56:17.361+01:00Dos veces por semana<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;">En ocasiones me ponen delante un objeto en el que, de repente, brillan unas imágenes que me hablan y se mueven sin que él lo haga. No es siempre el mismo, a veces lo cambian por otro algo más grande, no mucho, y yo no acabo de entender dónde le ven lo dulce del nombre con que lo nombran… Pero volvamos a lo que nos interesa: estos momentos siempre son especiales porque los veo a Ellos, y oigo sus voces, unas voces cada vez más familiares y cariñosas que me dicen en una lengua cada vez menos extraña, a pesar de no ser la que imagino que acabará siendo la mía, que me quieren, que quisieran estar conmigo y que, al no poder hacerlo, de esa manera suavizan un poco su pena, su dolor. Son especiales porque me envían besitos con sus manos, porque esperan pacientes el día en que yo pueda devolvérselos; porque los siento sentirme.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;"> Papá está siempre; Abuela, Abuelo, a veces también Bisabuelo, aparecen al principio y me envían cariño desde lo más profundo y sincero de sus ojos mientras sus voces me dicen como si estuvieran tarareando canciones ―tal es la belleza de esos sonidos para mis tiernos oídos―, que soy muy importante para ellos. Os confieso que yo ya empiezo a comprender su estrategia al dejarme enseguida a solas con Papá para que me haga recordar sensaciones de cuando estábamos juntos y él aspiraba a ser el mejor papá del mundo, lo que ocurrió justo hasta que las circunstancias no le permitieron seguir haciéndolo. Y todo esto yo lo siento cierto porque, cuando esa cosa se apaga, y más tarde yo cierro los ojos, no sé cómo ni por qué, los veo intentar no llorar de impotencia, a todos ellos, sin apenas conseguirlo…</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;"> Mas no quisiera que se me malinterpretara: cuando la cosa esa no me traslada a aquel mundo donde me querrían con ellos, donde yo también querría estar, también soy feliz y me siento querida, pero nunca nada es completo y en todo lo que me rodea imagino, cuando no las intuyo, las piezas que faltan para que el puzle de mi afortunada existencia esté completo. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;"> Como imaginaréis, yo aún no entiendo de tiempo, ni de espacio; ¡cómo hacerlo si no he cumplido los seis meses de edad! ¿Y los números?, justo empiezo a familiarizarme con ellos; es por eso que sé que mi mundo sólo está completo algunas veces, pocas, en concreto aquellas en que me ponen delante ese objeto encendido: son dos veces por semana en que podría afirmar que no echo en falta nada ni a nadie; aunque esto tampoco sería cierto del todo porque, ¿sabes, Papá?, añoro tus risas…</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%; text-indent: 35.45pt;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%; text-indent: 35.45pt;"> Patxi Hinojosa Luján</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; text-align: left;"><span style="font-family: trebuchet;">(20/11/2021)</span></span></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-73893029248746204662021-03-03T10:23:00.002+01:002021-03-03T10:24:45.533+01:00Querido Josean:<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6ivwQ1rqjUZRgyPWSHPb0Zyp-IofrqRFq4fs6tOnUYB2yz7wcmIEZqcVDeV5nQdxt8qyrIKCNt2jTAkU5H0scScmpW817GZ6j9mTHo5TaQrwN-Sd_NA-2Lv7bfbBBsP345bLodAhHFJw/s1224/1149146_572877356104702_1581047648_o.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1224" data-original-width="918" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6ivwQ1rqjUZRgyPWSHPb0Zyp-IofrqRFq4fs6tOnUYB2yz7wcmIEZqcVDeV5nQdxt8qyrIKCNt2jTAkU5H0scScmpW817GZ6j9mTHo5TaQrwN-Sd_NA-2Lv7bfbBBsP345bLodAhHFJw/w300-h400/1149146_572877356104702_1581047648_o.jpg" width="300" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Aquella tarde de domingo ―¿o era sábado?― nos dejaron solos. A ti y a mí, que no nos conocíamos de nada. Resulta que el resto de amigos comunes se metió en el Avenida a ver una película que, por esas casualidades de la vida, no nos atraía a ninguno de los dos y, durante el tiempo que duró la proyección, tú y yo recorrimos los alrededores del cine en un improvisado y particular juego de la oca: de bar en bar y ésta la pago yo porque me toca… Como yo ya iba advertido de que podría pasar, me apunté al plan con sumo placer, ¡y lo que me alegro de que así fuera! Creo que conectamos enseguida y estos últimos cuarenta y cinco años han dejado constancia de ello mientras lo reafirmaban día a día, año a año, charla a charla, vaso a vaso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>¿Sabes?, por temporadas eras un poco gruñón, sólo un poco, pero eras «nuestro» gruñón; quizá por ello, durante tales períodos, llegué a añorar esas sonrisas y risas tuyas que tanto ánimo me insuflaban cuando tenías a bien compartirlas. Pero para compensar, tenías un corazón tan grande que casi no te cabía dentro, todos nosotros lo sabíamos bien; y no habría hecho falta que nos lo confirmara aquel cirujano que te lo sacó del pecho para colocarte esos bypass que te acompañaron tus últimos trece años, aunque al hacerlo no comprendiera el sentido exacto de lo que nos estaba contando.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span>P</span>ero si algo te caracterizó fue esa generosidad tuya tan minuciosa; me explico… Siempre fuiste generoso y desinteresado, pero es que actuabas con un plus: envolvías tus regalos con el más hermoso papel, el de la más cuidada elección que hablaba de tu interés innegociable para que lo que ofrecías como regalo fuera especial, tanto para la persona agraciada como para ti. Y fuimos tantos los que tuvimos el privilegio de vivírtelo…</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> </span>¿Y yo ahora qué?, puede que te preguntes… Te lo tengo que decir, desde ayer parece que el mundo gira a bastante más velocidad, o quizá sea yo el que se mueve a cámara lenta, como si no acabara de digerir lo que ha pasado, y mucho menos creérmelo y aceptarlo. Mas no temas, poco a poco y con esfuerzo volveré a sincronizar mi respiración y mis latidos con el giro natural del planeta, aunque te puedo asegurar que de ahora en adelante ya nada será igual y todo costará siempre un poco más.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> </span>Josean, ¿tú recuerdas qué película era aquella?, porque yo por más que lo intento no consigo retener su título, y reconozco que me encantaría hacerlo para poder dejar de verla una segunda vez en memoria de aquel encuentro, en tu memoria. Eso sí, lo que nunca podré olvidar es que te has ido sin darme tiempo a confiarte de nuevo, y bien que lo siento, que para mí siempre fuiste algo más que un muy querido Amigo, mucho más...</span></div><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></p>
<span lang="ES-TRAD" style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(02-03/03/2021)</span></span></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-25749831599767236802021-01-10T18:43:00.004+01:002021-01-10T18:58:03.063+01:00Perdiendo el sentido<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRyOfgiA8eBtq1vtP3D8h-MT-K2NKUr4kWl3bLkI9KNtAm55lzI6LYdVfqJ-vnPFHigHrj0T6yXck8eVtncLm-szYTGOd3ha1KQT-7MvGYuyTtFXA2fGunX4Jrql9OwYh0azBWBaJHx5Y/s2048/MICRORRETOSa+ciegas2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="2048" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRyOfgiA8eBtq1vtP3D8h-MT-K2NKUr4kWl3bLkI9KNtAm55lzI6LYdVfqJ-vnPFHigHrj0T6yXck8eVtncLm-szYTGOd3ha1KQT-7MvGYuyTtFXA2fGunX4Jrql9OwYh0azBWBaJHx5Y/w400-h225/MICRORRETOSa+ciegas2.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Doy vueltas como un perro enjaulado. Como conozco el recorrido al milímetro, lo hago con los ojos cerrados: del salón a la cocina, de la cocina a mi cuarto, y vuelta al salón; a veces paso por el baño, cuando me apremia la vejiga, pero enseguida retomo la ruta habitual hasta que, cansado de intentar cansarme, acabo por serenarme.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> </span>Resulta que mi doctora me ha <i>recetado</i> con toda delicadeza que me recluya en casa. Dice que, en mi caso con más razón si cabe, no debemos exponernos lo más mínimo a este virus que nos ha declarado la guerra; quedarme además sin los sentidos del gusto y el olfato, aunque fuera sólo de manera temporal, reduciría a niveles mínimos mi calidad de vida. Comprendo su preocupación: el abuso de auriculares con la música alta ha mermado mi capacidad auditiva; lo otro, de lo que yo no soy culpable pues vino de serie conmigo, no hace sino agravar el conjunto. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> </span>A pesar de todo ello, le estoy agradecido a la vida: no todo el mundo tiene la suerte de tener tan desarrollado el sentido del tacto como lo tenemos nosotros. Porque en ocasiones, aunque no me toque revisión médica, ella se abre para mí como el más apetecible de los libros para que mis dedos puedan leer en su piel la <i>receta</i> más maravillosa, esa en la que me confiesa que desea tanto mi cuerpo como yo el suyo; y entonces pierdo otro sentido, uno que no figura entre los cinco.</span></div><div style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján</span></span></span></div><div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(10/01/2021)</span></span></div><p></p>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com22tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-59444559427716073232020-12-14T22:49:00.012+01:002020-12-15T11:44:50.879+01:00De repente<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOYwYslFdPiNLls2eJT7J53pjU6BjGzCxbsEJwbkhLvn4LLX0Vk_05p8Dq_c_teqbv7iVbapwft1ebOr5fDRJ2DRnUQAJ2pIvMLVhG0MqlNPD-3RxsAeQ_RRMwUoSb39pOImsXfI_WZI8/s2048/El+Tintero+de+Oro+Rebeca+5.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="2048" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOYwYslFdPiNLls2eJT7J53pjU6BjGzCxbsEJwbkhLvn4LLX0Vk_05p8Dq_c_teqbv7iVbapwft1ebOr5fDRJ2DRnUQAJ2pIvMLVhG0MqlNPD-3RxsAeQ_RRMwUoSb39pOImsXfI_WZI8/w400-h225/El+Tintero+de+Oro+Rebeca+5.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">De repente, un día dejé de verme en los espejos. Aunque lo que sucedió en realidad no fue que ya no me viera, sino que no me reconocía en las imágenes que me devolvían aquellos. La figura de turno se me parecía, sí, pero siempre aparentaba unos cuantos años más que yo. Ahora que ya no opino lo mismo, que me he desprendido de mi trasnochado autoengaño y acepto como propios tales reflejos sin cuestionarlos, es cuando lo relaciono con el clic que resonó en mi cabeza poco antes. Fue el anuncio de que acababa de sobrepasar el punto de no retorno en el camino hacia una segunda madurez, un camino que voy recorriendo en la mejor compañía desde hace mucho más de media vida; ¡y qué corto se me está haciendo…! Así las cosas, mi compañera y yo accedimos juntos al nuevo rol, en el que tanto se valoran los cabellos plateados; fue entonces cuando empezamos a imaginarte y a hablar de ti con cierta asiduidad. Y con total naturalidad y la máxima ilusión.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Nadie nos dijo que esto fuera a ser fácil, y desde que al principio de la partida nos repartieron las cartas, aprendimos como pudimos a sortear obstáculos; esto ocurrió en no pocas ocasiones, aunque no tantas como en las que nos apuntamos al arte de disfrutar los regalos que la vida nos iba dejando desperdigados aquí y allá.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> En un tiempo no necesitamos comprobar lo que llevábamos para intuir si íbamos a ganar o no la mano, y a veces, con el mar a estribor y la esperanza un poco más allá de la proa, por donde despierta el Sol, nos permitíamos el lujo de pensar en ti; porque incluso en las épocas de penuria resultaba gratis desear, todo lo gratis que puede ser algo si conlleva dejar algún que otro pelo en nuestra gatera emocional.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Llegó un momento en el que tú ya te habías instalado en un huequecito de nuestro corazón, por lo que te teníamos presente con relativa frecuencia... Aunque no, no quisiera faltar a la realidad, ello ocurría muy a menudo; pero mientras, el verde se iba destiñendo poco a poco.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> <i>La</i> pregunta apareció de repente en nuestra vida al volver nuestro hijo de una de sus misiones humanitarias junto con su pareja, a la que aún no conocíamos. Ya a los pocos días, mi compañera y yo, cómplices del mismo deseo y atrapados por él, buscábamos a menudo la mirada del otro mientras dibujábamos en el aire una pregunta muda, siempre la misma: ¿y si…?</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> A esas alturas de la película el tiempo corría como si no supiéramos demasiado bien que jamás nos daría una tregua ni se detendría, y nos encontramos añorándolos por temporadas, a los dos. Nuestro hijo volvía a casa siempre que podía, en ocasiones solo, en otras con su pareja, y la pregunta iba cobrando firmeza. ¿Y si…?</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Mas las circunstancias, las suyas en particular y las generales, empezaban a ser tan especiales que la pregunta desaparecía de nuestras vidas por cortas temporadas; y he de confesar que incluso mutó por momentos a: ¿y si al final no…?</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Y para colmo, un mal día, el bicho ese que anda de <i>mediolao</i>, como para atrás, vino a visitarnos y se metió en nuestro hogar sin autorización, dándonos una bofetada de realismo; ahora sabemos que no necesita permisos. Lo cierto es que, durante unos meses, a partir del sonoro bofetón, la nueva situación se convirtió en el monotema que acaparaba toda nuestra atención, con lo que llegamos a dejar de lado, arrinconado en nuestras mentes, el lujo de pensar en ti. También la escritura quedó abandonada; hasta hoy, en que me he animado a hacer regresar los dedos al teclado.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Aquel fue un tiempo en el que se sucedieron visitas al hospital, consultas con enfermeras, cirujano, anestesistas; una operación; una segunda operación, necesaria debido a los resultados de la biopsia tras la primera, más consultas, sesiones de radioterapia, en concreto veinte, y por fin un tratamiento de hormonoterapia que aún hoy se mantiene y con lo que esperamos se descarte para siempre una nueva sorpresa. Y en todo ese tiempo, tú no hiciste acto de presencia; hasta aquella tarde…</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Acababa el año vigésimo del tercer milenio, que había corrido como un demonio dejando a su paso noticias desagradables ancladas a una pandemia bastante más negativa y dañina que lo inesperada que fue ya de por sí, cuando les oímos hablar de ti por primera vez: nuestro hijo, con una pícara sonrisa, nos llamó <i>abuelos</i> de sopetón, sin venir a cuento. Nos tenía acostumbrados a dirigirse a nosotros como <i>viejotes</i> o <i>trogloditas</i>, en plan broma cariñosa, por lo que de entrada no le dimos importancia, hasta que ella, nuestra nuera, dio la vuelta a la imagen impresa que tenía oculta en su regazo; enseguida comprendimos la magnitud de lo que significaba aquello: la ecografía nos dejó con unas muecas indescifrables garabateándose en nuestras facciones mientras la observábamos incrédulos. Porque sí, al final la respuesta era afirmativa, ella se iba a convertir en la madre de nuestro deseado primer nieto, en tu madre...</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Y como para entonces ya no me costaba reconocerme en mis reflejos, desde aquel instante me sorprendo buscándome en los espejos para recrearme en la inocencia de esa sonrisa bobalicona que anidó para siempre en mi semblante. Porque casi todas las cosas importantes suceden siempre de repente…</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján</span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(14/12/2020)</span></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com60tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-40088160492714456052020-11-30T11:45:00.006+01:002020-12-01T10:48:09.717+01:00De perfil<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3W9wcGS4nz50YnknHaEpNkLGzD7aXUST_d7C2X-QPcljH70RCsEhIYSPBfg7nULdDw2YuZ-6UhL5_Tsr6TMZV9T75R5_1hEMEeqr7fRyVZCJGeS9G8_BYQJMbcD6UzEm2v0i3ulfjxfM/s2048/MICRORRETOS+continuar%25C3%25A1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="2048" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3W9wcGS4nz50YnknHaEpNkLGzD7aXUST_d7C2X-QPcljH70RCsEhIYSPBfg7nULdDw2YuZ-6UhL5_Tsr6TMZV9T75R5_1hEMEeqr7fRyVZCJGeS9G8_BYQJMbcD6UzEm2v0i3ulfjxfM/w400-h225/MICRORRETOS+continuar%25C3%25A1.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">A menudo rememoro el tiempo en que <i>vivían</i> en el despacho de papá, rodeados de todas aquellas figurillas antiguas con tan peculiar perfil. Charlaban con pasión mientras planeaban una nueva aventura, con viajes hacia tal o cual yacimiento arqueológico; aunque les servía cualquiera, ambos tenían su preferencia definida. Recuerdo ese brillo en sus ojos, esa sonrisa imposible de disimular en contraposición a la resignación de mamá, con la humedad perenne en su triste mirada. Entonces yo era un niño y no interrelacionaba todo aquello; sólo aspiraba a, de mayor, ser como él, como mi padre. Y aquí estoy ahora, rumiando mi fracaso; tarde o temprano me iban a pillar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> Oigo pasos, vienen...</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> ―Si decides colaborar, en deferencia a tu progenitor te ofreceremos un trato favorable, ¿de acuerdo? ―El inspector enseña sus cartas. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> ―¡Qué alegría verle! ―suelto, esperanzado―, estoy seguro de que me entenderá, porque sabe de qué va esto. Ustedes dos sentían lo mismo y yo lo heredé de él, ¿qué hay de malo en ello?</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> ―No te confundas, <i>hijo</i>, lo mío fue una pasión pasajera; lo de tu padre, una obsesión enfermiza. Y veo que tú has seguido sus pasos, al menos los errados ―añade reprobándome con la mirada―. ¿No te das cuenta de la gravedad de tus actos?</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> ―¡Tiene que ayudarme, <i>debe</i> ayudarme, por él! Antes de morir, con su último aliento ―suspiro con dramatismo―, me confió dónde habían localizado la momia y me suplicó, entre estertores, que me apropiara de ella en su memoria.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> ―Continúa, Ra…</span></div><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /><b>Continuará…</b> <br /><br />© <span lang="ES-TRAD" style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;">Patxi Hinojosa
Luján</span> <br />(30/11/2020)</span><p></p>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-68273210501791639422020-11-11T08:38:00.006+01:002020-11-11T15:03:49.953+01:00A ella<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0mP5zimh5vdRrW65WCkLGn-aotee9Z3uSXpWh9h2jBnC838hh7LGmagNGWjHHIKgwosZB2RTvdGj_Df5IqzqsSvrtRzmRN3ZvrJoBteK8-8HA1fjLT8OH3Sfoi0ZdNX6i8S9qsD74i7w/s1000/A+ella.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="750" data-original-width="1000" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0mP5zimh5vdRrW65WCkLGn-aotee9Z3uSXpWh9h2jBnC838hh7LGmagNGWjHHIKgwosZB2RTvdGj_Df5IqzqsSvrtRzmRN3ZvrJoBteK8-8HA1fjLT8OH3Sfoi0ZdNX6i8S9qsD74i7w/w400-h300/A+ella.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: center;"><span face=""trebuchet ms", sans-serif" style="background-color: white; color: #292929; font-size: xx-small;">(Imagen extraída de la red Internet)</span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Estábamos, al igual que tantas
otras noches, de charleta con la Luna Llena cuando la Mar ―hermosa y poderosa, mas
siempre sincera― nos confesó de repente que para poder presumir de esas
tonalidades con que nos seduce, sin importar el humor con que amanezca el día
de turno, se inspiró en sus ojos. Pero eso yo ya lo sabía desde el mismo
instante en que me reflejé en ellos por primera vez y me convertí en mejor
persona. Hoy es el día en que ella todavía se hace la sorprendida si se lo insinúo
y, para que no siga por ahí, se apresura a hechizarme con una nueva mirada
cautivadora que me desarma como nunca, lo que ocurre siempre.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Que ella
es especial lo confirman todos los que han tenido la suerte de conocerla, aunque
muchos prefieran hablar de privilegio. Y que me apresuré a subir a su tren con
pase VIP, a estas alturas lo sabéis todos, ahora que compartís conmigo cierta inquietud.
Resulta que la vida no hace distinciones y sus regalos, a veces envenenados, le
pueden caer a cualquiera, aunque eso constituya una injusticia cósmica.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Ella tiene <span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;">el don de apreciar, localizar y potenciar</span> el lado bueno de las cosas y de las
personas, intentando aislar su posible negatividad. Si hay alguna posibilidad
de ver algo en colores lo hará porque, se dice convencida, para los sombríos
grises siempre habrá tiempo.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Añadiré que
ella gusta de envolver cada atisbo de angustia que aprecia en terceros con el
colorido papel de regalo que puede simbolizar un amanecer, o una puesta de sol;
o de forrar cada revés con una sonrisa de las que traspasan mascarillas. Y va
más allá: a cada sonrisa que ve en otros, dobla la apuesta para ganarle la
partida al desaliento. Ella es así, no escatima tales regalos de positividad y
alegría, tampoco su solidaridad y generosidad.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Ella gusta
también de perderse en los litorales pues se encontró en sus principios y ya no
necesita buscarse.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Pero a veces…,
cuando ella no me ve porque está distraída pensando cómo endulzar otras vidas, soy
yo el que me pierdo en alguna playa y hago acopio de arena en mis bolsillos. No
pienso permitir que sus relojes se vacíen a más velocidad de la natural
mientras quede un hilo de esperanza en nuestro carrete compartido. Y si un día no
quedaran más playas en las que perdernos con nuestros sueños, renunciaría feliz
a mi provisión para cederle hasta el último de los granos de arena de mi tiempo…<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Porque ahora,
cuando tenemos más lejos el hola que el adiós, cada vez me asusta menos su
valentía y sólo deseo seguir amándola como nunca, como haré siempre.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> </span></span></p><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><b><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Pongamos que hablo de Susan</span></b></div><div style="text-align: center;"><span style="background-color: white;"><span style="font-family: trebuchet;"><span>(la idea es </span><span style="text-align: left; white-space: pre-wrap;">que se pueda cantar con la música de «Pongamos que hablo de Joaquín», de L. E. Aute)</span></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Equilibrada y responsable</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Encantadora y muy jovial</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Es compañera en el Camino</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Siempre ayudando a los demás</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Quién cerca esté no le preocupa</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Ella jamás concibe el mal</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Así lo siente y no lo oculta</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Aunque anteayer la vi dudar</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Evita siempre el desconsuelo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Desde un septiembre abrasador</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Mas no se olvida aquí en el suelo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Que allí en el cielo a alguien dejó</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Sus hijos hablan de optimismo</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Los míos de un gran corazón</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Las matemáticas despistan</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Sumemos: dos y dos son dos</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">En el sendero compartido</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">De su vivir con los demás</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Cuando tú vas ella ya vuelve</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Vas a sentir curiosidad</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Y en ese cruce fortuito</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Quizá rocéis la perfección</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Aunque ella dice que exagero</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Pongamos que hablo… de mi Amor</span></div><div style="text-align: center;"><span><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"> </span></span></div><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján</span></span></span></p><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">(11/11/2020)</span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-72055952688337165242020-10-11T23:40:00.009+02:002020-10-16T17:25:42.672+02:00Aquel bombero<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQkJS-l1vs1IaxEKS7RpIGSObTzC9rZVFfPkJTIV4yBuREQ1zDENmSQ6_ZDr89_f6UfLUsRuO-5NOGS-dSD8cvsJnJvz5gp1m1qmvK1Jsw9W1fzLVPHeV2plRcIbJwxxiPZXsoDZzOKQY/s2048/XXIII+EDICI%25C3%2593N+1280+ALMAS.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="2048" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQkJS-l1vs1IaxEKS7RpIGSObTzC9rZVFfPkJTIV4yBuREQ1zDENmSQ6_ZDr89_f6UfLUsRuO-5NOGS-dSD8cvsJnJvz5gp1m1qmvK1Jsw9W1fzLVPHeV2plRcIbJwxxiPZXsoDZzOKQY/w400-h225/XXIII+EDICI%25C3%2593N+1280+ALMAS.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;">Una vez más la luz de un nuevo día me sorprende encaminándome excitada hacia mi destino, donde preveo otra emocionante experiencia. Al poco de llegar, constato que el plan vuelve a funcionar sin fisuras importantes. Con la satisfacción oculta tras un esbozo de recatada sonrisa que esconde su verdadera naturaleza, observo cómo aquel varón, que al principio me miraba con disimulo, lo hace ya sin rubor, sin quitarme los ojos de encima. Yo correspondo, ahora provocadora, aguantando su mirada desde mi estratégica posición. Por fin se decide y se dirige hacia mí, confiado. Lo imagino justificando la atracción sexual ―<i>¡tampoco somos tan diferentes!</i>, pensará―; pero lo hará, supongo, confundido por la evidente contradicción que supone el sorprendente hecho de que cercanía y lejanía de parentesco se puedan dar juntas, como en nuestro caso.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Ignora que pronto yacerá inerte a mis pies. No será el primero, ni el último. ¿Debería sentir lástima por ello, por ellos? No lo creo; pero si así fuera, yo seguiré empecinada en la anomalía, siempre me ha costado encontrar dentro de mí el más mínimo rastro de tal sentimiento, y las raras veces en que se me ha insinuado enseguida me han asaltado nuevos pensamientos perturbadores que lo han hecho desparecer. Así soy yo, y así moriré. Todo ello a pesar de que hay algo que me descoloca: ¿qué son esas gotas que resbalan desde sus ojos cuando intuyen lo que les va a ocurrir?</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Pero no he vuelto aquí, a sus dominios, a perder el tiempo con dudas que no llevan a ninguna parte; me he propuesto seducir al máximo número posible de esos individuos y eliminarlos, uno a uno, sin miramientos, disfrutando el placer que me proporciona el arrebatar una vida... tras otra. ¡Qué se le va a hacer, ese es su sino! ―sentencio―, estaban muertos antes siquiera de que sus madres los concibieran porque el mío era encontrarlos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Recuerdo que, cuando estaba llegando hasta aquí, me he cruzado con algunas de sus hembras, y he sentido cómo me miraban con desprecio; ¿envidia?, quizá, aunque he percibido en ellas una desconfianza teñida de temor, bien pudiera ser porque no saben cómo interpretar los movimientos de mi cuerpo, con este caminar mío, más erguido, elegante y seguro que los suyos. Enseguida han desviado sus miradas y se han alejado, sin atreverse a más, a pesar de que la robustez de sus cuerpos les pudiera dar ventaja en un supuesto enfrentamiento físico que, por otra parte, no he llegado a contemplar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Terminada la misión de la jornada, abandono el lugar tras deshacerme de los restos de los desgraciados agraciados en el día de hoy al aprovechar la profunda sima que descubrí por casualidad unos días atrás.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Una vez más la luz de un nuevo día me sorprende descolocado, con los ojos irritados, hinchados, y la impresión de haber dormido toda una semana. Ha vuelto a ocurrir, he sido una vez más esa cromañón que aniquila sin piedad a cuantos neandertales consigue engatusar en un intento de exterminar su especie. Supongo que en algún momento debí de oír a algún experto mencionar lo de esa misteriosa extinción, y mi subconsciente hace el resto recreándola durante mis recurrentes sueños.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Reviso el <i>planning</i> de mis turnos de trabajo y confirmo que hoy no tengo guardia, que tengo todo el tiempo para mí; ¡que <i>autopsien</i> otros!, grito.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Entro al baño y me examino en el espejo. No me gusta lo que veo porque intuyo que este aspecto enfermizo no desaparecerá ni cuando me afeite esta barba de tres días; aun así lo hago, me reconforta poder ocultar el gris residual con maquillaje para no boicotear el resto del disfraz: peluca, vestido ajustado, bolso, tacones de aguja...</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Acabo de prepararme. Decido que hoy toca Museo Antropológico, condicionado menos por mi sueño que por el hecho de que ayer leí que inauguran hoy no sé qué nuevo departamento. Entonces oculto el bisturí en el bolso, como hago siempre, y salgo de casa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span><span> </span>Mientras me dirijo con obligada parsimonia al museo, viene a mi mente el recuerdo de aquel sabelotodo que intentaba convencerme de que mis impulsos asesinos provenían de algún trauma infantil, ¡qué sabría él! La expresión de su cara, su mirada suplicante en el momento en que le informaba de que se estaba convirtiendo en mi primera víctima, no las olvidaré jamás; tampoco cuánto estaba disfrutando, hasta el punto de estar pensando ya en ese preciso momento en regalarme una reincidencia.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Al final no encuentro opciones de éxito aquí y, de regreso a casa, improviso una visita rápida.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Confieso que odio a toda esa gente que vende su alma, y hasta a su madre, por un puñado de votos, o por poder. Siento que no merecen vivir. Y por eso actúo así. Pero no me malinterpretéis, si no existieran dirigiría mis actos hacia cualquier otro colectivo. Me encanta reincidir en esta reincidencia. Siempre por placer, nunca por vicio.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>¡Lástima! Al fulano que hace un momento me restregaba su aire de superioridad no le ha dado tiempo de oír mis últimas reflexiones: reposa en el suelo en mitad de un charco de su propia sangre. También su diminuta grabadora digital.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: trebuchet; font-size: medium;"><span> </span><span> </span>Estoy imaginando que para cuando vuelva a ver al loquero ya lo habrán aseado cuando, de repente, me acuerdo de aquel bombero pirómano con el que siempre me solidaricé. Sí, lo reconozco, esto lo hago también, como él, para salvaguardar mi trabajo.</span></div><div><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;"><span lang="ES-TRAD">©</span><span lang="ES-TRAD"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi
Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></p>
<span lang="ES-TRAD" style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: verdana; font-size: medium;">(11/10/2020)</span></span></div><div><br /></div>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com54tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-2604271723382107752020-09-14T21:49:00.005+02:002020-09-15T19:38:52.143+02:00La puja<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqXS40qjNcedaLIFUnwci35ziYaLAaSFJ57hCbdioKL35JQV3ZQktj4DGfFTuDXM8rd_yiLukb6-pO3R_de56GQjbPbOmXnSzLldDlAatht3cT9UpICUqdoE4jdn2W2HPSWII8CDB6KlY/s1600/MICRORRETO+sue%25C3%25B1os+de+robot.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqXS40qjNcedaLIFUnwci35ziYaLAaSFJ57hCbdioKL35JQV3ZQktj4DGfFTuDXM8rd_yiLukb6-pO3R_de56GQjbPbOmXnSzLldDlAatht3cT9UpICUqdoE4jdn2W2HPSWII8CDB6KlY/s400/MICRORRETO+sue%25C3%25B1os+de+robot.png" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; mso-outline-level: 2; text-align: center;">
<b><span style="color: #565656; font-family: "georgia" , serif; font-size: 18pt;">¿CÓMO
PARTICIPAR EN EL MICRORRETO?<o:p></o:p></span></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; mso-outline-level: 2; text-align: center;">
<b><span style="color: #565656; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Lo
primero es acceder al generador de argumentos de STORYNATOR</span></b><b><span style="color: #565656; font-family: "georgia" , serif; font-size: 18pt;"><o:p></o:p></span></b></div>
<ul type="disc">
<li class="MsoNormal" style="background: white; color: #565656; line-height: normal; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Copia el argumento que te salga</span></b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;"> al hacer clic en el
botón <i>Generar nuevo argumento</i>.<o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="background: white; color: #565656; line-height: normal; mso-list: l0 level1 lfo1; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Al copiar el argumento que
me salió al hacer clic en el botón “generar nuevo argumento”,
salió esto: </span></b><span style="background: rgb(255 , 255 , 136); color: #444444; font-family: "arvo" , serif; font-size: 13pt;">Un
explorador con problemas de memoria y una condesa que tiene problemas de
alcoholemia, buscarán pistas para demostrar que el cantante del grupo de
rock del que son admiradores no se suicidó, sin embargo, un director de
cine independiente lo cambiará todo, en una historia de terror que habla
sobre el retorno del pasado y la privacidad.</span><span style="color: black; font-family: "" "times new roman" "" , serif; font-size: 13.5pt;"> </span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="background: white; color: #565656; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Escribe un microrrelato de hasta <b>250 palabras como máximo</b> basándote
en todos o alguno de los elementos que os aparezca en el argumento
generado.<o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="background: white; color: #565656; line-height: normal; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Publica el microrrelato en tu blog</span></b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;"> <b>junto al argumento
en el que te basaste</b>. Explícanos qué elementos de ese argumento
escogiste para escribir tu micro: <o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="color: #565656; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="background: rgb(252 , 255 , 1); font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Aparecen el explorador con problemas de memoria (aunque no admirador del
músico), la condesa con problemas de alcoholemia y admiradora del cantante
y el director de cine (más bien poco independiente, pero mucho a la vez, je, je, je).</span><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="background: white; color: #565656; line-height: normal; text-align: justify;"><b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Deja un enlace a tu micro en los comentarios</span></b><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;"> <b>de
esta entrada </b>para que pueda añadirlo a la lista y que todos
puedan leerlo.<o:p></o:p></span></li>
<li class="MsoNormal" style="background: white; color: #565656; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt;">Tienes de plazo hasta el <b>30 de septiembre.</b></span></li>
<li class="MsoNormal" style="background: white; color: #565656; line-height: normal; text-align: justify;">Todos los microrrelatos <b style="background-color: transparent; font-family: georgia, serif; font-size: 12pt; text-align: center;">serán publicados</b><span style="background-color: transparent; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; text-align: center;"> en la revista
digital EL TINTERO DE ORO MAGAZINE del mes de noviembre.</span></li>
</ul>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: #565656; font-family: "georgia" , serif; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="color: #565656; font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><b>La puja</b></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―Me invitó a su última fiesta en casa y, créanme, no tenía pinta de
suicida ―dije rompiendo el hielo antes de que el silencio empezara a ser
incómodo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―¿Y qué pinta, según su criterio, tiene un
suicida? ―intervino Esteban Espiebergeles, el anfitrión, recolocándose las
gafas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">¿Menos alegre, quizá…? </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―r</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">espondí, algo molesto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Será mejor que tomemos algo, intuyo una reunión larga </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">añadió
Esteban.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Para mí agua, no bebo alcohol. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Pero bien conocido era el pasado adicto de la
condesa, evidenciado por las huellas en su nariz, oscura y surcada como las tierras
de La Rioja.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―Para mí agua también, a ser posible con gas; yo
sí me atrevo con bebidas potentes. ―Reí sin ganas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Aguarden un momento, no tardo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―anunció
e</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">l director
mientras desaparecía por el pasillo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">La condesa
aprovechó para interrogarme clavando sus ojos en mi sorprendida mirada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">Yo también fui invitada a aquella fiesta, aunque usted no lo
recuerda, ¿verdad? Y no, aquella no era la cara de un suicida, sino la cara del
miedo, del pánico. Enseguida comprendí que temía por su vida. Yo sé que fue
asesinado, a pesar de lo que digan los medios y la policía.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Entonces,
en mi cabeza resonó un clic que pausó mis problemas de memoria.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">En efecto, <i>Madame</i> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―solté de repente―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;">. Ese entrometido no debió
pujar en aquella subasta exclusiva, arrebatándome la estatuilla tribal que
durante tanto tiempo deseé y busqué.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Y un
segundo clic desdibujó por completo mi expresión, garabateando una sonrisa inquietante.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―¿O fue porque no soportaba su música…?</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">(14/09/2020)</span></span></div>
Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com52tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-82759083045320355392020-08-28T23:08:00.000+02:002020-08-28T23:16:56.031+02:00Sentir granjeño<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEvT1TzMotkvh4Kg5ggN7hREMuIsMLkLqo5DFJSQSzTCRIXDZCM02ffsYHl3adgraUx8QiABGS_sU_GKQ4es5K_0xCEXLaX-C0HhG_pPZvPTmHTSDLmHwmBUQVdoISnFuvFEu-acuDn-U/s1600/Sentir+granje%25C3%25B1o.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhEvT1TzMotkvh4Kg5ggN7hREMuIsMLkLqo5DFJSQSzTCRIXDZCM02ffsYHl3adgraUx8QiABGS_sU_GKQ4es5K_0xCEXLaX-C0HhG_pPZvPTmHTSDLmHwmBUQVdoISnFuvFEu-acuDn-U/s640/Sentir+granje%25C3%25B1o.jpg" width="360" /></a></div>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: 12pt;">Cuenta una leyenda medio olvidada</span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Que una piedra de la Torre de Granja<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Se desprendió de su nido naranja<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Y se esfumó sin besar la calzada<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Y se da cuenta en la misma tonada<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">De la sentencia grabada en su franja<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Que abrió una porfía que
no se zanja<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"> Al no llegar nunca a ser consumada<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">«</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">El
destino granjeño será emigrar</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">»</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Interpretaron unos la
sentencia<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Sacando sus costumbres a
pasear<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Mas otros mantuvieron su
presencia<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Y consagraron su alma a
conservar<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">El orgullo granjeño con sapiencia<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">(28/08/2020)</span></span></div>
Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-84119216513737537242020-08-08T12:19:00.000+02:002020-08-08T12:19:23.818+02:00Una zancadilla al destino<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtsY4CfXfuJVBYetroD5UYlVDwhkMK9S5ky_aLpa5bnfzf68xIz0FbP0fatEhhyphenhyphenZUBq6R4ygMwXVq2eNRXBYpmlJIVwKWiUBGcR-W7i3WDDeau5ZdZeGqAubcbw-n3-BgSKj6SbRTR9go/s1600/Una+zancadilla+al+destino.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1018" data-original-width="1357" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtsY4CfXfuJVBYetroD5UYlVDwhkMK9S5ky_aLpa5bnfzf68xIz0FbP0fatEhhyphenhyphenZUBq6R4ygMwXVq2eNRXBYpmlJIVwKWiUBGcR-W7i3WDDeau5ZdZeGqAubcbw-n3-BgSKj6SbRTR9go/s400/Una+zancadilla+al+destino.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #292929; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; font-size: xx-small;">(Imagen extraída de la red Internet)</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Los bancos están situados a lo largo de unas largas
rectas imaginarias que aparentan converger allí al final, donde los letreros se
me tornan ilegibles. Son líneas paralelas, como las que trazan las vidas de
algunas almas que, extrañas entre sí, podrían coexistir buscándose sin saberlo,
con todas las probabilidades de fracasar si nos atenemos a la principal característica
de aquéllas. Pues bien, yo me propuse ponerle una zancadilla a tal destino…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El aspecto renegrido, debido al
tratamiento especial que recibió la madera en su anterior vida, no me ha disuadido
de utilizar uno de aquellos asientos, tampoco su incómoda dureza. No tengo
compañía, pero los demás bancos tampoco presentan mayor nivel de ocupación, la
mayoría están vacíos. Supongo que será porque hoy aquí hace frío, aunque es la
sensación de humedad la que destaca, calando hasta los huesos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Estoy sentado ―¡y menos mal!, me
digo―, así consigo disimular este temblor de piernas tan evidente que podría poner
en aprieto mi equilibrio. Decido serenarme y respiro hondo; enseguida parece
que amaina el hormigueo en el estómago que también me acompaña desde que salí
de casa hace la eternidad de once minutos pues, en cuanto fue viable, me
trasladé a vivir cerca de este lugar. Pero debo confesar que, durante el
trayecto, se me ha pasado por la cabeza abortar la tentativa, y al conjugarlo
así ha retornado un pensamiento doloroso y recurrente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mientras espero, reflexiono sobre
el camino recorrido para llegar hasta aquí: conversaciones telefónicas,
búsquedas en diversos medios, entrevistas, visitas, reuniones, citas… y la fortuna
de encontrar respuesta a mi petición de ayuda, cuando creía que ya estaría perdida
y escondida entre las banalidades de aquella red social.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">¿Vendrán?, me sigo preguntando,
y no sé si quiero conocer la respuesta, si ni siquiera tengo la certeza de cómo
reaccionaré ante cualquiera de las dos posibilidades. Mas el runrún familiar que
acerca el viento me indica que pronto saldré de dudas, y mi nerviosismo lo aprovecha
para ascender un peldaño más.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: red; font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">***<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Acaban de bajarse de sus vagones
los últimos viajeros, todos ajenos a nuestra cita, y el tren retoma su marcha,
quien sabe si en busca de nuevas alegrías, o decepciones, como la que me inunda
en estos momentos. Intento distraer mi atención pensando que hace tiempo que añoro
aquel nostálgico «¡viajeros al tren!», que anticipaba el silbido del factor de
circulación indicándole al maquinista que podía comenzar o continuar viaje,
pero debo volver al presente y resignarme a aceptar que, al final, la respuesta
que resuelve mi duda ha sido ese «no» que tanto temía. Así las cosas, con la
decepción ha desaparecido el temblor de mis extremidades y me incorporo con
lentitud dispuesto a regresar a casa en compañía de mi autocompasión. Y entonces,
justo antes de girarme hacia la puerta de salida después de que el último vagón
haya despejado mi campo visual, los veo: han bajado por el andén de enfrente. Cogidos
de la mano, buscan juntos y encorvados a aquél al que un día juntos, y quiero creer
que rotos por el dolor, abandonaron en esta misma estación; de eso hace tantos
años como vueltas al Sol he conseguido completar sin su compañía. A veces he
reflexionado que, en aquellos tiempos, el Gran Hermano aún no contaba con los innumerables
ojos con que nos vigilan hoy en casi cualquier lugar, y con el tiempo he
llegado a convencerme de que no hubo testigos, sólo gente sorprendida por el insólito
hallazgo que, por suerte para mí, hicieron lo que debían hacer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Es de locos, pero estoy visualizando
la estela de humo que desprende la chimenea de una locomotora de vapor que ya
se aleja, y donde se han formado con claridad unas letras que se ordenan hasta
formar la palabra «perdónalos». Entonces me fuerzo a abrir los ojos, que he
mantenido cerrados escasos segundos, a la par que me recuerdo que eso ya lo hice
antes de plantearme encontrarles. Y sobre todo recuerdo que lo que necesito es saber
que ellos también lo han hecho, que ellos también se han perdonado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Abandono mi posición y me sitúo
de forma que ahora estamos frente a frente; nuestras miradas ya se han cruzado cuando
empiezo a presentir que ha merecido la pena. En ese momento me invade una
extraña sensación: es como si me desprendiera del traje imaginario de bufón tras
el que me he parapetado toda la vida para observarla de incógnito; ahora se lo
dejo a otros, yo no quiero necesitarlo más. Lo que sí necesito es concederme un
par de segundos más que dejo transcurrir sintiendo cómo aumenta la adrenalina en
mi cuerpo. La puerta de la estación se haya ubicada en el andén que ocupo, a mi
espalda, y yo corro en sentido contrario, disimulando la que la cirugía
pediátrica redujo a una leve, aunque permanente cojera, esquivando pasajeros que
se dirigen hacia la salida; intento atravesar el subterráneo en su busca antes
de que ellos se planteen siquiera moverse, y lo consigo. En una décima de
segundo desfilan ante nosotros rasgos que nos relacionan por la genética, y el
abrazo a tres rompe el hielo sin miramientos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Sé que el paralelismo de vías y andenes
seguirá ahí por mucho tiempo, mas el de los renglones que separaron nuestras
existencias acaba de volar en mil pedazos terminando de perfilar, al fin, esa
sonrisa que siempre se me quedó a medias. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Ha merecido la pena.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">(08/08/2020)</span></span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-66851200960166211562020-07-30T21:08:00.001+02:002020-07-30T22:09:48.686+02:00Propuesta irrechazable<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ1_lKxsXN5QnXVaa2-HlNFvRwgjeutQB2EtRH83gtmrMHioTuEo50CuU0T8pjLjIFyWCUf8e2OeV4zwMt09gCMGDqonZoA4bDEZb9z9W-5ZzrY87-exG7hdmpLXL7EkwM6Ljw-P5yBZ0/s1600/Propuesta+irrechazable.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="600" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ1_lKxsXN5QnXVaa2-HlNFvRwgjeutQB2EtRH83gtmrMHioTuEo50CuU0T8pjLjIFyWCUf8e2OeV4zwMt09gCMGDqonZoA4bDEZb9z9W-5ZzrY87-exG7hdmpLXL7EkwM6Ljw-P5yBZ0/s400/Propuesta+irrechazable.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #292929; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: xx-small;">(Imagen extraída de la red Internet)</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Me encuentro entre bastidores, ¿se dice así?,
pregunto a nadie esperando que no llegue a oírme aquel operario que parece que
va a empezar a correr hacia el escenario en cualquier momento con todos esos
cables enrollados en torno a sus hombros. Da igual cómo se denomine, me
respondo, el caso es que estoy aquí, más nervioso que un adolescente ante su
primera cita, tan desubicado como un rico de cuna en un comedor social. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Pienso en el estuche parcheado
que cuelga de mi espalda, en las batallas que ha superado conmigo la acústica
que contiene, cuando noto cómo mis tripas me recuerdan que hoy no he comido nada;
¡qué importa!, hay que guardar la línea, argumento incrédulo, pero feliz por
cómo suenan las seis cuerdas nuevas con las que, por fin, cuenta mi compañera
de fatigas. De esto él no sabe nada, no lo hubiera permitido, y yo no quería
abusar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Enfundado en estas ropas que me
vienen «dos existencias» grande, me asaltan las ganas de darme media vuelta y
abandonar todo esto; como un cobarde, me reprocho. Yo seré muchas cosas, y muchas
de ellas malas, lo sé, pero cobarde no, y me quedo aguantando estoico mi incertidumbre.
Se lo debo a él, que durante una semana estuvo yendo de incógnito al metro sólo
para oírme tocar y acabar ganándose mi confianza antes de hacerme una temeraria
propuesta, negándome desde el principio la opción de rechazarla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Él ahora está dejándose la piel,
literal, para agradar a sus muchos seguidores que llenan sus recintos casi
siempre. Y, como siempre, lo está consiguiendo. Hasta yo tarareo para mí algunos
de sus preciosos temas. Lo tiene todo, él que compone letras, melodías, y toca diferentes
instrumentos mientras canta con esa voz que pareciera bajada de los mismos
cielos para cada ocasión, si es que al final resultara que estos existen. Es un
ídolo de masas, pero ante todo es un Artista con mayúsculas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">Y aquí estoy, en el concierto de
este ídolo de masas que tiene el corazón tan grande como su piano, esperando la
oportunidad de mi vida, temblando de arriba abajo de felicidad. Y a pesar de
lo expresado sobre su persona, acaba de quitarse su omnipresente sombrero
mientras mira hacia mi posición reclamando mi presencia con gestos elocuentes.
Lo que ha dicho de mí a toda esa gente justo antes quedará grabado en mi
memoria y en mi corazón hasta que me llamen a filas eternas porque, reflexiono
al acercarme, ya es</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> como ese amigo que lo es desde antes de que existiera la
memoria y que lo seguirá siendo cuando ya no haya nadie para recordarla.
¡Vaya!, anotaré esta frase, quizá me sirva para una próxima canción…</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">(30/07/2020)</span></span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-25634832276761103152020-07-24T22:57:00.004+02:002021-07-24T17:19:54.353+02:00Estrella fugaz<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK-ZdKTrO80huxIG39BuHfeKZ_LVql6RgQUHcix4JwKIvYXLM_CGsyv5Jty7AD-WbzgUar0vYSnwKhwrwpspBcciHRmAazjm1Hi8NoRruISB5z-Oiso_yWx6se3i2LceCtfIiqAXPWCi0/s1600/Qu%25C3%25A9+fotograf%25C3%25ADa+tan+preciosa.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1067" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK-ZdKTrO80huxIG39BuHfeKZ_LVql6RgQUHcix4JwKIvYXLM_CGsyv5Jty7AD-WbzgUar0vYSnwKhwrwpspBcciHRmAazjm1Hi8NoRruISB5z-Oiso_yWx6se3i2LceCtfIiqAXPWCi0/s640/Qu%25C3%25A9+fotograf%25C3%25ADa+tan+preciosa.jpg" width="425" /></a></div>
<span style="font-family: times, "times new roman", serif;">(Esta magnífica imagen es propiedad de Marcos Gestal @mgestal, y se reproduce con su permiso)</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Eulalia vive sola, ya no le queda familia ni un
círculo de amistades que le pueda hacer más llevadero el tiempo que le quede de
vida. Es anciana, y no sólo por haber vivido ya demasiados años terrenales, que
también, sino porque hace más lunas llenas de las que puede o necesita recordar
ha perdido todo interés por disfrutar con aquella magia nocturna, o se lo han
robado… Y, para colmo, está lo de esa voz…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Eulalia no duerme mucho por la
noche, quizá por ello se pasa la mayor parte del día en un duermevela
superficial que es incapaz de diferenciar del resto de la jornada.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Hace tiempo que algo o alguien pulsa
en su cerebro el botón de pausa de manera aleatoria, aunque con una frecuencia
en aumento, y en un visto y no visto se ha desapegado de las responsabilidades
de su hogar y de su propio cuidado; por suerte, poco antes de fallecer su
marido de repente, éste había solicitado a los Servicios Sociales ―que respondieron
actuando con celeridad― una ayuda a domicilio con la que logra mantener una
existencia digna al sobrepasar dicha tutela el umbral de lo mínimo necesario.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">―¿Sabe, joven…? No me acuerdo
ahora de su nombre… ¿Sabe que esta mañana, justo antes de despertarme, lo he
vuelto a oír?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">La joven a la que hoy le ha
tocado el turno de la cena, quizá no vuelva a cumplir los sesenta, quien sabe, y
qué más da, pero la anciana no puede referirse más que a ella, están solas en
el apartamento. Deja lo que está haciendo en ese momento y se acerca, solícita,
a escucharla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">―Flor, me llamo Flor. Y dígame,
señora Eulalia ―Aprovecha para acariciar su pelo blanco recogido en un moño―, ¿qué
es lo que ha vuelto a oír?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">―¡¡¡Pues al señor de sieempree!!!
Ese que me pregunta si yo también lo oigo, y yo me asusto porque no lo veo, ni
sé quién es, ni a qué se refiere.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Es entonces cuando a Eulalia le invade
un ligero temblor que Flor se apresura a minimizar con un abrazo no correspondido,
aunque agradecido por la sonrisa con que la anciana sustituye a aquél. Enseguida
vuelve a su recurrente somnolencia, lo que Flor aprovecha para seguir con sus
quehaceres: le está preparando una sopa de verduras que lleva como principal
ingrediente el cariño, mucho cariño.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Cuando Flor se dispone a abandonar
el domicilio de Eulalia, ésta está ya en su cama. La ha dejado dormida, después
de haberle dado a tomar sus medicinas junto con la cena y de haberla aseado
para dejarla «como una reina» en una broma que Eulalia siempre agradece con su
mejor sonrisa. Flor mira su plan de trabajo semanal y comprueba que no volverá
a esa casa hasta dentro de dos días, para el primer servicio, el del desayuno. Cierra
la puerta y se dirige a su domicilio, ha acabado una jornada laboral que bien
podría calificarse de solidaria.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Al día siguiente, Flor no tiene
servicio en casa de Eulalia, a la que ha cogido un cariño especial, pero recuerda
que la verá en el siguiente desayuno, y sigue tarareando una canción que no se
le va de la cabeza mientras navega entre medicinas, alimentos y productos de
limpieza en otro de «sus» domicilios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">El nuevo día llega con un par de
nudos ocupando por sorpresa la garganta y el estómago de Flor. No recuerda
haber sentido nunca tamaña desazón, y ésta no desaparece con su frugal desayuno.
Ya se pasará de camino a casa de Eulalia, se miente. Llega y entra abriendo con
su copia de llave. Enseguida lo nota, nota esa sensación como de desgarro, ese
silencio ensordecedor. Vuelve a mentirse al pensar en otra cosa mientras se
anuncia…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">―Buenos días, señora Eulalia, ahora
mismo voy a ayudarla a levantarse y ya verá qué rico le sabe el desayuno que le
voy a preparar. ―Pero los nudos siguen ahí, cómplices de ese silencio aterrador
que cada vez lo es más.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Flor no se da cuenta de que se
dirige a cámara lenta hacia el dormitorio, queriendo retrasar su llegada, cada
vez más encorvada por el peso del temor a la verdad. Pero tarde o temprano
tenemos que enfrentarnos al destino, al nuestro y al de los demás que tantas
veces compartimos, y acaba por franquear la puerta del dormitorio de Eulalia.
Flor se acerca a su cama, se inclina para fijarse en un gesto que no le
reconoce, y al darle un beso en la frente salta disparada para atrás como un resorte:
está fría como una lápida de mármol en Siberia. La confirmación del presentimiento
desanuda su angustia antes de correr hacia el baño. Después de refrescarse, coge
su móvil y da parte de lo sucedido; ella, trámites y declaraciones
protocolarias al margen, no tendrá más servicios en el día, un día que
recordará hasta que se empiece a pulsar su botón.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">Es su último sueño. Eulalia se
encuentra bajo un precioso cielo estrellado, en las ruinas de una pequeña borda,
acompañada, cuando una estrella le recuerda lo fugaz que han sido sus vidas
también. Pero ahora vuelve a ser aquella joven que quedaba con su chico cada
noche que podían escaparse de casa para retar allí a su tiempo y a las costumbres.
Y así es como escucha la pregunta por última vez: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">―¿Lo oyes ahora, cariño, oyes al
fin el silencio?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span face=""trebuchet ms" , sans-serif"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span face=""trebuchet ms" , sans-serif">(24/07/2020)</span></span></div>
Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-28015350507196718072020-07-07T18:43:00.004+02:002020-07-07T18:44:20.629+02:00Descalza<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTo_2fd07H69CK0Q-nuYhklnd2N3m1SM6U2IWMczBpT7xUjLjiPPKUBcMmXt55InxdYY2hXWi26zM7UCpIOp_lZ2h5LW7QxcPhiB2UgrLyvCJ3VBCymZc_chm8fYSfu6f1zr9WlQXdtFU/s1600/Descalza.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1038" data-original-width="1570" height="263" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTo_2fd07H69CK0Q-nuYhklnd2N3m1SM6U2IWMczBpT7xUjLjiPPKUBcMmXt55InxdYY2hXWi26zM7UCpIOp_lZ2h5LW7QxcPhiB2UgrLyvCJ3VBCymZc_chm8fYSfu6f1zr9WlQXdtFU/s400/Descalza.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #292929; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: xx-small;">(Imagen extraída de la red Internet)</span><br />
<span style="background-color: white; color: #292929; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Al verme en estos momentos, un espectador
imparcial supondría que estoy paseando. En realidad, lo único que hago es seguir
dando vueltas alrededor de este imponente edificio; el móvil bien asido con la
mano dentro de un bolsillo esperando sentir la vibración que me anuncie la
llegada del ansiado mensaje. No tardará, me digo, y las pulsaciones de esta madeja
de nervios enmarañados que tengo por corazón parece que entren algo en razón al
concederme una ligera tregua.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Por fin llega. Sin siquiera sacar
la mano del bolsillo, me dirijo con tanta decisión como nerviosismo hacia la ostentosa
entrada principal cubierta de estrellas, tantas como puntas tiene cualquiera de
ellas. Al atravesarla, recibo un saludo con reverencia formal, y yo respondo
con un discreto movimiento de barbilla que ejecuto sin pararme mientras me
dirijo hacia el ascensor; intento estrechar mi visión periférica esperando que
quien esté fuera de ella ignore mi presencia, debo evitar una posible
conversación que pudiera arruinarme el plan. Pulso el botón de llamada y espero
impaciente. Una vez dentro, ahora sí, saco el móvil en busca del mensaje y lo
leo: sonrío, está en todo… Es entonces cuando selecciono el piso que
corresponde al número que acabo de ver en la pantalla. Después de unos segundos
eternos, que confluyen en una eternidad efímera, accedo a la planta solicitada
y corro al encuentro de la puerta que me separa de ella. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Estoy plantado frente a la
habitación 507 rememorando cómo y dónde nos conocimos, retrasando un momento que
he proyectado en mi mente un millón de veces. La llave-tarjeta que me permitirá
acceder al interior ya está en mi poder después de recogerla de la jardinera más
cercana según reflejaba el mensaje. Introduzco la tarjeta en la ranura y se oye
el típico sonido electrónico pintado de color verde. Entro. El familiar perfume
me descoloca un tanto, pero enseguida me concentro en su imagen y la excitación
aumenta al encontrarme sus zapatos tirados un poco más allá de la entrada; un
tacón en posición natural, en vertical, la otra aguja apuntando a la estancia
principal que intuyo ocupada al ver la fina franja de luz que impregna la
moqueta de tentación. Reconozco también como familiar el escalofrío que en ese
momento me recorre de arriba abajo, y que agradezco en cada ocasión desde que su
lucidez propuso abolir en nuestra relación tanto la rutina como el pudor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Y accedo a sus dominios desnudándome
de inseguridades; al fin y al cabo, es mi esposa. Pero no falta a la cita el
hormigueo del primer día amenazando mi compostura antes de encontrarme con su maravillosa
simetría, perfecto objeto de deseo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Está descalza, obvio. Descalza,
sí, descalza hasta la nuca…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> <span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">(07/07/2020)</span></span>Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5450355034768873493.post-1280979444952435872020-06-16T19:36:00.000+02:002020-06-16T19:44:01.131+02:00Activaciones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">(Versión reducida de <i><span style="color: red;"><a href="https://patxihinojosalujan.blogspot.com/search?q=La+habitaci%C3%B3n+del+servicio">La habitación del servicio</a></span></i>)</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzEp6yfzroMxQhp6mAKJmt8U4DGkO011qFSz4fJnI6smMyr5vxvT-ltF42D0Tlpw6JKfae-O0mhWeHQ-yi6kPSGqBV3HalcFm0772GEFx6r1fLDjZEKs0iGyxmINCCMM2le1Vvj5hn8tI/s1600/Activaciones.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1003" data-original-width="1600" height="250" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzEp6yfzroMxQhp6mAKJmt8U4DGkO011qFSz4fJnI6smMyr5vxvT-ltF42D0Tlpw6JKfae-O0mhWeHQ-yi6kPSGqBV3HalcFm0772GEFx6r1fLDjZEKs0iGyxmINCCMM2le1Vvj5hn8tI/s400/Activaciones.JPG" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #292929; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: xx-small;">(Imagen extraída de la red Internet)</span></div>
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―¿Tú eres mi… <i>mamá</i> y yo tu… <i>hija</i>? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―¿A qué viene esto, Alba, dónde
has oído esas palabras? ¡No será que…! ―Su mirada y ademanes inconclusos
delatan desconcierto.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Luna coge las manos de Alba con las suyas, con una delicadeza
que roza la ternura, y la invita a sentarse a su vera en la blanca mesa trapezoidal.
</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">Están solas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―A</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">yer, aprovechando la tarde libre de
la sirvienta y que tú habías salido, entré en su habitación y…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Así que era eso, me lo temía. ¡Estas
sirvientas de nueva generación sólo nos van a traer problemas! No debí sustituir
a la anterior, aún funcionaba bien; esta serie en fase beta no está probada lo
suficiente y no sabemos qué errores revelarán con el tiempo </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Luna
habla con determinación</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Y dime, esas palabras, ¿las viste o
las oíste? </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Reflexiona</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">. Las viste, ¿verdad? ¿Cómo <i>lo</i>
describirías?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Alba mira a Luna y, de manera inesperada, esboza algo
parecido a una sonrisa que enseguida desdibuja.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―Lo tenía escondido bajo unas
mantas. Es un objeto rectangular, fino, que se abre en finas láminas de celulosa
donde hay impresas muchas palabras junto a dibujos y fotografías. Ahí leí <i>mamá</i>,
<i>hija</i> y más palabras que no conocía pero que, con los dibujos, he podido interpretar
―Alba hace una pausa calculada, para después añadir―. ¿Sabes qué es… mamá…? ―Luna
permanece callada, enigmática―. Dime, ¿por qué nosotros no tenemos ninguno ni los
conocemos?; ¿o tú sí?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―Verás, Alba… hija… Te contaré
algo…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">El Sol se está poniendo con rapidez,
estamos en época de <i>ocasos vivos.</i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―Esos objetos se llaman libros. Nosotras
prescindimos de ellos pues almacenamos toda la información disponible en
nuestro interior. Pero, para poder mantener cierta suerte de jerarquía familiar
y social, el acceso</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;"> a los diferentes niveles de conocimientos lo conseguimos de
manera gradual mediante activaciones programadas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―¿Por eso soy igual de alta que
tú, porque entre nosotras la única diferencia radica en los niveles que vamos
activando? Mamá, ¿ellas sólo funcionan de sirvientas, o se usan para algo más? ―Alba
enlaza pregunta tras pregunta. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―Eso lo habrías sabido dentro de
tres activaciones ―Luna continúa con gesto impasible―, pero te adelantaré algo
mañana, hija. Hoy ya has procesado suficiente información nueva; me temo que se
transforme en emoción y no estás preparada aún. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">―Una sola pregunta más, mamá, lo
prometo: ¿De dónde vienen?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Luna, resignada, sabe que tendrá
que responder. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―Ellas son seres vivos, Alba, y
pertenecen a la especie humana, quienes nos crearon. Justo cuando lograron su
versión más perfeccionada, nosotras, sufrieron una pandemia viral mundial tras
la que </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">sólo
sobrevivieron los especímenes más fuertes, algunas hembras.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">»</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">Quedaron pocas, nos fue fácil tomar
el control sobre el planeta y someterlas. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">Venga,
engrasa ya tus junturas y ponte en pausa, mañana nos esperan activaciones anticipadas</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-family: Calibri;">―Entonces, </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%;">¿esos <i>hombres</i> que
vi en el libro?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">―</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;">De ellos, hija, sólo nos quedan los bancos
de semen que logramos salvar para asegurarnos la continuidad de su especie, y la…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Pero Alba ya no escucha, sus circuitos proyectan nuevas
y prohibidas visitas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: Calibri;">©</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12.0pt;">
<span style="font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal;">Patxi Hinojosa Luján<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 12pt; font-variant-caps: small-caps; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; line-height: 107%;"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">(24/04/2020)</span></span></div>
Patxi Hinojosa Lujánhttp://www.blogger.com/profile/05190447377828785474noreply@blogger.com0