lunes, 5 de agosto de 2019

Esquirlas de vida


Antes de abrir la puerta que comunica el salón con la terraza, me aseguro siempre de cerrar la del balcón de la cocina; por las corrientes, ¿sabe usted? Es que están orientadas a calles distintas, y ambas son acristaladas.
»Mi modesta pensión de jubilado no da para extras como cristaleros; si apenas soporta los gastos de mi comida y la de los gatos que me acogieron en la que yo consideraba hasta entonces mi casa, y donde se pasan buena parte del día maullando que abra puertas a su paso…
»¡Ay!
»Pero esta vez me olvidé por completo. La memoria de uno ya no es la que era. ¿Puede que tenga algo que ver con ese principio de nosequé del que cuchicheaban esos jóvenes enfermeros el otro día?
―…
―No se disguste con ellos, doctora, ¡ayayay!, intentaron que yo no los oyera, pero resulta que a mi edad tengo el oído de un mozalbete, ¿puede creerlo?
―Seguro que hablaban de otro paciente ―con su bata blanca a medio abrochar, carraspea para aclararse la voz en un vano intento de resultar creíble, pero casi se atraganta con el nudo de una emoción para la que no encuentra acomodo―. Ahora no te muevas, papá, estoy con la última esquirla de cristal, casi no te quedará marca.

«Está decidido, reflexiona quitándose los guantes, te mudas a nuestra casa.»

Ya en el rellano, cruzan sus miradas vidriosas entre maullidos de impaciencia; y entretanto, unas lágrimas escapan surfeando arrugas para caer en el olvido justo antes de abrir la puerta.

© Patxi Hinojosa Luján
(06/08/2019)

viernes, 2 de agosto de 2019

De engaños y deseos


Antes de abrir la puerta garabateé cuatro palabras tan atormentadas como desordenadas y dejé la nota bajo el imán de tu desdén. Tenía la seguridad de que allí la encontrarías.
  
[…] Los goznes chirriaron, sorprendidos, evidenciando un desuso crónico, cuando traspasé el umbral prohibido sin rastro alguno de arrepentimiento […]

Caíste en la trampa, cariño; creíste vengarte cruzando la imaginaria puerta tú también, siendo tú también infiel. Porque, como supuse, ni por un instante se te ocurrió confirmar una realidad en la que jamás habrían tenido sentido esos dos «también».
Y yo tarde supe que estabas deseando este nuevo escenario desde que, bien al principio, deseaste dejar de desearme.

© Patxi Hinojosa Luján
(02/08/2019)