martes, 9 de julio de 2019

Ansiedad


Antes de abrir la puerta cierra los ojos; es poco más que un pestañeo. Busca alejar su ansiedad para evitar enfrentarse a una nueva versión de la misma.
Ya había estado dentro antes. De aquí se sale ―intenta calmarse―, aunque no consigue olvidar los malos tragos pasados allí, y lo hace tragando saliva, como si quisiera adelantar trabajo y allanar el tortuoso camino.  
Recuerda los instantes previos, cuando notó cómo esa sensación gélida salía huyendo por debajo de la puerta y se enroscaba alrededor de sus temblorosas piernas bajo las perneras de sus pantalones.
Acaban de llamarle, ahora debe entrar. Cierra la puerta tras de sí dejándose fuera su escasa seguridad.

―Buenas tardes ―saluda su nerviosismo, pues son las diez de la mañana―. Perdone mi atrevimiento, pero, ¿podrían «bajar» un poco el aire acondicionado, por favor?

La mujer hace un gesto casi imperceptible a su ayudante, que se apresura a subir dos grados el termostato, y otro a él que, obediente, se sienta.

Se la ha imaginado tantas veces cogiendo algo de una bandeja, girándose hacia él, dirigiendo el foco de luz hacia su cara, empapada de sudor gélido…

Intenta no apartar la vista de la puerta, en este momento la puerta más inaccesible del mundo a sus ojos; ansía poder atravesarla de nuevo, mas esta vez en sentido contrario, aunque aún falte lo peor.

…, mientras presiona con suavidad el émbolo de una jeringuilla apuntando a un costado para expulsar el poco aire que pudiera contener.

―Y ahora, procure tranquilizarse. ¿Qué muela me dijo…?

© Patxi Hinojosa Luján
(09/07/2019)

34 comentarios:

  1. Ja, ja, ja... ¡Me pillaste, Patxi! Conforme iba leyendo el micro me iba imaginando varios escenarios e historias de fondo, pero ninguno de ellos era el que al final me ha sacado una sonrisa. Es curioso cómo en ocasiones una simple palabra cambia todo el sentido del texto, y consigue pasar de una historia de suspense a otra de humor.
    Estupendo giro, Patxi. Una excelente propuesta para el reto. Un abrazo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya hecho imaginar, amigo David, y, lo importante en verdad, reír al final; de eso se trataba, de pasar un momento divertido.
      Gracias por pasar y por tus palabras, pero sobre todo por organizar estos saraos que nos tienen locos...
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  2. Muy bueno, Patxi.También amagué soluciones tremebundas o psicopáticas. Muy buena escritura.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amiga Beba, por tu tiempo y por tus palabras. Espero que este texto te haya arrancado una sonrisa.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  3. Respuestas
    1. Pues... muchas gracias, amiga Marta. Me alegra que te haya entretenido.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  4. Confieso que me despistaste hasta este segmento:
    «Se la ha imaginado tantas veces cogiendo algo de una bandeja, girándose hacia él, dirigiendo el foco de luz hacia su cara, empapada de sudor gélido…»
    Luego cuando lo releí una segunda vez no pude dejar de sonreir y preguntarme ¿a Patxi le asustan los dentistas?... ja,ja,ja
    Me ha encantado que le hayas dado ese toque de humor. Buena propuesta para el reto, como comenta nuestro amigo David.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amiga Estrella, me hace feliz que te haya encantado el toque de humor; no todo va a ser drama, aunque el pobre protagonista pase uno cada vez que ve esa puerta u otras similares, je, je, je...
      En lo que concierne a un servidor, y contestando a tu pregunta, te diré que los dentistas en sí no me asustan nada, tampoco las inyecciones, pero sí sufro, en cambio, los ratos que tengo que estar sentado en sus sillones pues me los paso con unas arcadas que no puedo evitar, y claro, así todo es muy desagradable, molesto y angustioso.
      Muchas gracias por pasar y por tu comentario, amiga.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  5. ¡Ayayay! Este aporte tuyo Patxi me ha llegado especialmente pues estoy, precisamente, en estos días, como la mujer de tu micro, “padeciendo de angustia” cada vez que atravieso la puerta del dentista.
    Creo que si le quitas las estrellitas (no recuerdo como se llaman los separadores), podrías acortar el micro en palabras.
    Me ha gustado lo seriamente que tratas el relato en su inicio... mientras leía no se me ocurría que podía generar tanta angustia, y desde luego, es ver la jeringuilla y me entran sudores frío, aunque en honor a la verdad, no duele tanto.

    ¡Feliz verano Patxi!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ay, amiga Tara, todos tenemos que pasar por esas desagradables visitas antes o después! No sé si este micro podrá ayudar o no a rebajar la tensión. aunque quizá pueda servir para que algunos de nosotros podamos solidarizarnos y que todo parezca menos grave...
      Gracias por tu visita, que ya se está convirtiendo en costumbre, para mi disfrute, y que es todo un honor para mi blog.
      En cuanto a las líneas de asteriscos, lo comenté en su día con David y, al menos para él, no computan como palabras en los relatos que le enviamos.
      ¡Feliz verano también para ti, y un fuerte abrazo!

      Eliminar
    2. Sobre los asteriscos... pues si lo dice el Jefe, bien dicho está :)

      Eliminar
    3. Así es, amiga, lo que dice nuestro "Boss" va a misa...

      Eliminar
    4. Releyéndote Patxi, acabo de darme cuenta que no es ella, sino él, el prota paciente de tu micro. La mujer es la dentista (la que hace un gesto casi imperceptible)

      Eliminar
    5. No te preocupes, Isabel, tampoco tiene mayor importancia, podemos intercambiar y cambiar los géneros con las diferentes posibilidades sin que la trama varíe.

      Eliminar
  6. Estas citas programadas con el dentista son las peores. sabemos que saldremos una vez más...¿Pero cuántas veces más deberemos pasar por esa puerta?
    Muy bueno Patxi.
    Abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es lo que tiene la vida, tocayo, que va desgastando, y la consulta del dentista no es sino uno más entre nuestros particulares talleres de "chapa y pintura".
      Muchas gracias por pasar y comentar, compañero.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  7. Qué puerta terrorífica, Paxti! Me has tenido en vilo hasta el final. Muy bueno!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu visita, amiga Mirna, con tus amables palabras.
      Es bien cierto que en muchas ocasiones esa puerta se nos aparece como una de las más, si no la más terrorífica.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  8. Vaya tela, Patxi, me dan sudores solo de pensar en ese émbolo sacando el aire de la jeringuilla.
    Todo un relato de terror urbano, amigo mío. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mucha gente le pasa lo mismo, amigo Bruno, por ello me animé a que formara parte del micro como eje sobre el que gira todo.
      Muchas gracias por pasar, compañero.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  9. Ir al dentista es tremendo para muchos y lograste el clima "gélido" que se siente al traspasar la puerta del consultorio.
    Muy buen relato, Patxi, lo único que para mí quiebra el suspenso son los asteriscos, porque la acción se desarrolla sin cortes de tiempo.
    Muchos saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, amiga Mirella, ¡fuera asteriscos!
      Muchas gracias por pasar a comentar y, cómo no, por tu ayuda para mejorar el texto.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  10. Pues yo me imaginaba algún tipo de tortura china, aunque bien mirado la situación no es muy diferente si quitamos lo de china. Buen relato de suspense con ese toque final de humor que cambia la perspectiva. Además, parte del mérito es que en mayor o menor medida, todos nos sentimos identificados con la situación. Un abrazo, Patxi.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por pasar, amigo Jorge, y dejar tus impresiones. Sí, si quitamos lo de "china" lo demás le va que ni pintado, y creo que la mayoría se siente identificado en mayor o menor medida.
      Celebro que hayas apreciado ese toque de humor.
      Un fuerte abrazo, compañero.

      Eliminar
  11. Hola Patxi, muy bien lograda la intriga, no me imaginé que detrás de esa puerta estuviera el dentista.
    Es un puerta a la que muchos tememos abrir, solo de pensarlo me entran escalofríos.
    Un abrazo
    Puri

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amiga Puri, por tus amables palabras.
      Sí, ese temor es un espacio común a muchos de nosotros, aunque lo sea por diferentes motivos.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  12. Tu protagonista realmente le tiene miedo al dentista, ein? jajajaja. Qué buen micro, Patxi, me pillaste por completo desprevenida, y eso que andaba haciendo conjeturas para adivinar :))

    Has narrado a la perfección el estado de nerviosismo y ansiedad del pobre paciente, y eso no es fácil con tan pocas palabras. Creo que todos hemos podido sentir ese frío que a veces toma posesión del cuerpo en los momentos más difíciles ¡Bravo por tí!

    ¡¡Un abrazo enorme de verano, compañero!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amiga Julia, te confieso que puse como título Ansiedad porque Pánico me parecía excesivo, je, je, je.
      Agradezco tu tiempo y tus generosas palabras, máxime sabiendo que intentas desconectar y disfrutar del verano sin que te dejemos...
      Otro fuerte abrazo para ti, que siempre será multiestacional.

      Eliminar
  13. Hola Patxi, es mi primera vez en este blog y en el Tintero y estoy leyendo todos los micros.

    Es un micro muy revelador de la realidad de muchos que detestan ir al dentista, o al médico... Al inicio llegué a pensar que se refería a volver a la cárcel, pues era tal la ansiedad, muy bueno y acertado el titulo.

    Felices días.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amiga Harolina, por pasar y dejar estas amables palabras.
      Como le decía a Julia, estuve a punto de cambiar a "Pánico" el título del micro, pero me pareció excesivo.
      Te envío un fuerte abrazo con mis deseos de felicidad para ti también.

      Eliminar

  14. Es un micro buenisimo, muy intenso, transmite la desesperación del protagonista. Me encanto, de esa misma forma me siento cuando visito al dentista.
    Saludito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, amiga Yessy, por pasar y compartir tu visión del texto con tan generosas palabras.
      Te envío un fuerte abrazo, compañera.

      Eliminar
  15. ¡Hola, Patxi!
    Nos has pillado, je, je, je
    Qué bueno y sí, también muy terrorífico cuando se descubre su final, qué tendrán los dentistas. ¿Hablarán sobre ello para aterrorizarnos todavía más? Genial.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Irene. Muchas gracias por pasar y dejar tan gratificante comentario a este relato; un texto que, por otra parte, tenía ya un poco olvidado.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar