(Imagen extraída de la red Internet)
68 noches y un día, dulce
condena. Confieso que habría permanecido todo ese tiempo a tu lado, y en él nos
imagino, felices, intercalando conciertos entre sesiones cinematográficas y
teatrales. Imagino asimismo que, en cada uno de esos días, al llegar la noche,
ésta me encontraría temblado, dudando si pedirte o no que me acompañaras al
primer motel de carretera que encontráramos para pasarla juntos, aunque admito
desde ya que no creo que eso ocurriera hasta llegado el tiempo de descuento de
nuestras escapadas; entonces, haríamos salvajemente el humor mientras esperamos
ver amanecer nuestra jornada 69... pues, por imaginar, hace ya tiempo que te
imagino aceptando cómplice mi propuesta.
Sí, habría acabado pidiéndotelo… pero para ello tendría que haberte
conocido antes…
© Patxi Hinojosa Luján
(23/01/2020)
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