Veo tus preciosos ojos color azul cielo
y mar, y puedo apreciar que en su reflejo aparezco más valiente.
Oigo cómo me animas, sobre todo en los
momentos más grises, en ellos siempre.
Huelo tu aroma, sin aditamentos, y mi
mente retrocede treinta y seis años, y es como si no hubiera pasado el
tiempo, sino que fuéramos nosotros dos los que hubiéramos pasado por el tiempo
sin cambiar.
Saboreo el placer de tu presencia, no ya
a mi lado, sino en mi lado, en mi espacio, como si fuéramos uno, siendo uno, lo
que siempre ocurre cuando…
… al acariciar tu piel desnuda,
suavemente, de arriba abajo, mis manos se van acercando cada vez más a mi
cuerpo, lo que indica que estoy llegando a la cima de las primeras montañas en
la escalada del placer, aunque aún quede algún monte por explorar y disfrutar...
*
Después de ese placer, el sosiego, la
tranquilidad, la paz del descanso…
*
Veo un futuro que no deriva de este
presente, lo que reconforta mi alma.
Oigo sones de paz, pero estos no han
sido propiciados por esos dos jefes de los «rostros pálidos», que en los momentos actuales
no lo son tanto.
Huelo el refrescante aroma de la
LIBERTAD, así con mayúsculas, para todos.
Paladeo el placentero sabor de la
Justicia Social Universal.
«Casi» llego a acariciar, a palpar, a
tocar la perfección sensorial…
*
Me despierto, o eso creo al menos, pero
no me quiero dar… no puedo darme el tiempo necesario para comprobarlo: hoy solo
deseo empezar a aportar mi granito de arena para que nuestro mundo se parezca
lo más posible, y lo antes posible, al que mis sentidos han disfrutado durante
estas últimas horas en las que reinaba la Luna, y yo me dejaba llevar por esos
universos paralelos de sentidos consentidos. Y en ello estamos…
Y así, de nuevo con el depósito lleno de
carburante, me sumerjo (el tiempo dirá con qué éxito) en la misión que desde ya
me he impuesto, la lucha contra los «sinsentidos consentidos».
Patxi Hinojosa Luján
(10/07/2014)
Nota del autor: Sirva este humilde texto como homenaje a todas las víctimas inocentes
(no hablo de bandos, solo de personas) que cada día aumentan las frías cifras
de pérdidas de vidas humanas, como estamos viviendo en estos mismos momentos en
nuestro querido planeta, por la intolerancia de algunos… ¿semejantes?
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