Mi vigésimo segunda
aportación a «Relatos en cadena», de cien palabras, en la Cadena SER. En esta
ocasión teníamos que comenzar con «Pesaban muy poco pero aplastaban
sueños...».
Pesaban muy poco pero aplastaban sueños a todas horas en
cada uno de mis ahora clonados días. Lo peor no era que me impidieran dormir,
lo peor fue la desesperanza que forzó la cerradura del cofre de mis sueños, liberándolos
para anidar en otros corazones. Acepté que ya nunca más podría albergar uno y me
rendí. Fue entonces cuando sucedió…
No me importaba saber a dónde me
llevaban maniatado y zarrapastroso, las diminutas y leves gotas de agua ya no
torturarían más mi cerebro ni mi piel. Y al ver el cadalso en el centro de la plaza
recuperé la esperanza, la tortura había terminado.
© Patxi
Hinojosa Luján
(22/03/2018)
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