jueves, 13 de junio de 2019

Gateando


(Imagen extraída de la red Internet)
Este texto supuso mi colaboración con ENTC («Esta noche te cuento») en enero de 2017.

Gateando  

Estos días son más cortos, grises, fríos, húmedos y tristes de lo que mi bienestar demanda. No lo recordaba de otros años, pero es cierto que la gente está más ruidosa que de costumbre. Aunque lo que en verdad me preocupa es que mi inquilino dedica menos tiempo del habitual a prestarme atención; en todo caso, creo que lo mantendré de momento en la nómina de mi universo, supongo que en breve todo volverá a la normalidad y que recuperará el comportamiento que espero de él.
Es ya muy tarde. Hoy volverá, si vuelve, bien entrada la madrugada; menos mal para él que me dejó preparada comida y bebida y mi espacio privado recogido y limpio.
Oigo ruidos en la escalera que me han despertado, se aproximan a la puerta; noto cómo intentan abrirla: es él, seguro.
En efecto, lo es. A la par que la puerta se abre después de varios intentos, su cuerpo se deja caer al suelo, en un intento de amortiguar y minimizar el inevitable golpe. Me ve y pronuncia algo ininteligible para cualquier ser vivo mientras pretende acercárseme.
Es extraño, yo soy el gato pero es él, mi humano, el que está, con torpeza, gateando.

© Patxi Hinojosa Luján
(04/01/2017)

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