Martes
24 de febrero de 2015, 16:00 h:
—Hola… ¿quién eres, qué haces aquí?
—Tranquila, lo comprenderás todo a su
debido tiempo, no seas impaciente querida mía.
—Tengo la impresión de que, de la misma
manera que ahora te siento, antes te presentía.
— ¡Claro, mi niña! Eso es porque nunca has
estado sola. No hemos dejado que en ningún momento estuvieras sin amparo. Ni yo
ni otros que, de igual modo, te quieren tanto como para entregarte su amor
incondicional.
—Y, ¿por qué no están ahora aquí conmigo,
con nosotros?
—Porque ahora es «mi» momento a tu lado,
unos instantes muy especiales, ya lo verás. Pero no te preocupes, más adelante nos
iremos turnando y recibirás el calor y protección de todos y cada uno de ellos
en diferentes momentos de tu tiempo. También el de otros seres, aunque con una
diferente expresión de cariño que, en todo caso, irradia el mismo tipo de energía
positiva. Lo comprobarás y me darás la razón, incluso sin ser consciente de
ello…
Martes
24 de febrero de 2015, 23:00 h:
—Sabes que
tienes que ir preparándote, ¿verdad? No es necesario que te aceleres, aunque sí
es preciso que ahora ya no pares hasta el final. Pero no tengas miedo, yo
estaré contigo hasta entonces, lo notarás y te será menos traumático, confía en
mí.
—Sea lo que sea que nos une, lo
interiorizo como un vínculo tan sólido que haría cualquier cosa que me pidieras
sin el menor titubeo. Y sé que lo sabes…
Miércoles
25 de febrero de 2015, 00:10 h:
—Lo estás
haciendo muy, muy bien. Ya casi está. Queda lo más difícil y duro, no voy a
mentirte, pero también lo más importante, lo fundamental en toda esta
experiencia vital única.
—Es extraño, me están llegando nuevas extrañas sensaciones y me cuesta un poco
sentir tu compañía y ayuda. ¡No te vayas, por favor!
—No lo haré nunca. Aunque tú lo puedas
llegar a pensar en esos momentos duros y difíciles que con total seguridad te
llegarán, en los que creerás estar sola sin ningún apoyo, allí también estaré
abrazándote… a mi modo. Y sé que ahora tú también lo sabes…
Miércoles
25 de febrero de 2015, 00:34 h:
—Ahora debo
soltarte esa mano que tenía asida de un modo figurado, vas a salir en un minuto
a un nuevo mundo en el que otros brazos están esperándote al otro lado para
darte la bienvenida más calurosa que te pudieras imaginar. Disfruta tu nueva
vida y aprovéchala a cada segundo, es un regalo de valor incalculable, ¡créeme,
mi niña!
Miércoles
25 de febrero de 2015, 00:35 h:
Acaba de
llegar a este mundo. Acaba de nacer sana y fuerte. Y deseada. Sus padres,
abuelos y demás familia y amistades lo celebran, cada uno en la medida que le
corresponde, como no podría ser de otra manera. Y si la cara es el espejo del
alma, podemos asegurar que en estos momentos muchos corazones ahora laten con
mejor cadencia, mucho más serenos y felices.
Ella ya los irá conociendo y queriendo a
todos, también en su justa medida y a su debido tiempo, aunque ahora no tenga
por qué preocuparse de ello. Bastante tiene con adaptarse a este nuevo entorno
que le incomoda por el exceso de ruido y luz y en el que tantos quieren ocuparse
de ella.
Mientras, su bisabuela «Vito», con la
satisfacción por el nuevo acontecimiento en el que tuvo tan privilegiada ubicación,
se dispone a preparar esas «migas» que tanto gustan en el paraíso espiritual en
el que mora su alma; ayer les sobró mucho pan, demasiado…
© Patxi Hinojosa Luján, vuestro hijo y tío
abuelo.
(11:11 h del
sábado 28 de febrero de 2015)
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