martes, 20 de octubre de 2015

Reseña de «8 días en Roma» de la escritora Carmen Torrico


Como suele ocurrir en estos casos, esta novela me llegó por casualidad —a pesar de que nunca creí en ellas—, por mor de esos encuentros virtuales en uno de los espacios literarios que tanto anidan en la red de redes.
Carmen Torrico es ante todo una escritora honesta, tiene muy claro lo que quiere comunicar a sus potenciales lectores y lo hace sin rodeos, si bien es cierto que utiliza un estilo literario que no evita los detalles, sabe frenar en el momento exacto para que no lleguemos a agobiarnos con ellos.
Fui un privilegiado al ser uno más en su primer círculo de lectores y desde un principio tuve una cosa muy clara: esta novela, que también trata, y mucho, del arte y de la historia artística de Roma y que me estaba interesando y absorbiendo sobre todo por no utilizar estrategias extrañas e ir de cara, no es para nada una obra romántica al uso. Y me explico, es cierto que ese romance que se intuye desde las primeras páginas y que también nos enamora a nosotros es el hilo conductor de toda la trama, aunque no es menos cierto que su desenlace está muy lejos de ser el convencional, o más bien el que esperaría un(a) lector(a) de novela romántica. Más bien al contrario, su final es inesperado, crudo, demoledor y valiente, muy valiente. Y ello le añade un plus a todo lo que ya había acumulado en sus anteriores páginas.
Una breve sinopsis destacaría que estamos ante una novela que narra la historia del deseo, hecho realidad, de una joven gallega que siente la necesidad de emprender sola un viaje a Roma, sin la compañía de su grupo de amigos habitual. Proyecta una salida para empaparse de cultura, arte y belleza disfrutando de su soledad y se sorprende con que a todo esto le acompaña algo más, un romance tan inusual como no buscado con un apuesto romano…
El enamoramiento, posterior complicidad entre los protagonistas y los sentimientos derivados de la trama los sientes como propios, lo que está muy logrado. Mi opinión es que no debes dejar de leer esta novela que construye un gran romance, aun derivando en ocasiones de la línea preestablecida para este tipo de obras; después la opinión será la que sea, que para gustos se inventaron los colores, pero siempre podrás sentir que has añadido a tu mochila emocional un trabajo construido a base de conocimientos, experiencias, sensibilidad, tesón y cariño, todo el cariño… al fin y al cabo su obra, su retoño, bien que se lo merece.

© Patxi Hinojosa Luján
(20/10/2015)

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