Que todo vuelva a ser como antes es una quimera con la que no debo coquetear. No me hace ningún bien ni
siquiera sugerirlo, pues sólo añade más frustración a un equipaje ya cargado de
autocompasión.
Ellos, los de blanco, intentan
que me relaje y piense en otra cosa. Sé que saben que tal cosa no es posible,
lo veo en el cruce de unas miradas que se buscan sin conseguir disimular esa expresión
de compasión.
Aquel accidente truncó mi
carrera, y revivo el impacto a todas horas. La cámara no buscará más primeros
planos míos, a mi director de cabecera nunca le gustaron las sonrisas
sintéticas.
© Patxi Hinojosa Luján
(12/10/2017)
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